'Cosas veredes'

Mientras Salamanca está de bote en bote durante este acueducto que va entre la Constitución y La Inmaculada, el Gobierno y Pedro Sánchez siguen haciendo de las suyas en su camino hacia la creación de lo que bien podría denominarse el Movimiento Sanchista, porque van a por todas y a controlar las instituciones, organismos y empresas públicas. Llevados de este afán hay veces en las que caen en el ridículo más espantoso. Va a continuación un ejemplo.

En el BOE del miércoles se anuncia la estructura de los departamentos ministeriales, tanto nuevos como antiguos. Así, hay cambios en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con la creación de una Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación. De entrada, es importante destacar que Planas se dejó comer la tostada en 2018 y su departamento era el único de todo el Gobierno que no tenía una sola Secretaría de Estado. Ahora, el ministro debe haber dicho eso de que «a mí no me sacan los colores» por esto y anunció, a bombo y platillo, la creación de la ya citada Secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, como prueba evidente de la apuesta de Sánchez por el campo y lo agrario durante esta legislatura. Sin embargo, la sorpresa llega a medida que se avanza en la lectura del BOE, porque es verdad que se crea (y perdón por insistir tanto en el nombre) la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación, con el consiguiente aumento del gasto, pero, a la vez, resulta que la misma no va a tener las competencias, ni en materia de agricultura, ni en alimentación, porque esas se quedarán en una Secretaría General que ya existía, aunque ahora ha cambiado de nombre y se denomina Secretaría General de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria. Lo resumo por si no ha quedado lo suficientemente claro: Sánchez y Planas han creado la Secretaría de Estado de Agricultura y Alimentación, pero que no tiene las competencias ni de agricultura y de alimentación, que están en otro lado ¿Se puede rizar más el rizo? En su asalto a toda institución, organismo o empresa pública que se precie, ha llegado el turno de la agencia de noticias Efe. Antes de nada, decir que Efe es una creación del régimen de Franco, en la que tuvo mucho que ver el cuñadísimo, Ramón Serrano Suñer. Y resulta curioso que su nombre sea el de una letra que, casualmente, coincide con la primera del nombre Francisco, la primera del apellido Franco, y la primera de Falange, metida de lleno en lo que se denominó en el Movimiento Nacional. Pero, disquisiciones históricas al margen, el Movimiento Sanchista ha decidido cesar a Gabriela Cañas y nombrar como nuevo jefe a Miguel Ángel Oliver, que fue secretario de Estado de Información en los primeros años de Pedro Sánchez en La Moncloa. Es otro paso más en su asalto a los medios de comunicación, y no solo a los públicos, sino también a los privados mediante el reparto de la publicidad institucional. Y esto es solo al principio. Lo dicho: «Cosas veredes».