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«Mafia o democracia». Este era el lema de la manifestación convocada este domingo por el PP en Madrid contra Pedro Sánchez. El eslogan tiene mucha razón y es que al Gobierno está a un paso de en vez de mandar argumentarios políticos comience a enviar mensajes del tipo cabezas de caballo cortadas en la cama de alguna o alguno o un poco de pescado crudo para entrelíneas dejar caer que fulanito está 'durmiendo con los peces'. ¿Hay progresismo en la mafia? Seguro que los ideólogos del sanchismo pueden rascar algo para convencernos de que sí.
Pero, ¿es el mejor modo de presionar al Gobierno manifestarse en la calle?¿De qué sirve la movilización en Plaza España?¿Cambia algo del panorama actual? No es el mejor modo, sirve de poco y no modifica absolutamente nada. Nunca he sido partidario de las manifestaciones. Las respeto y el que quiera ejercer su derecho tiene toda la calle para que alce la voz democráticamente. Yo en lo personal no he ido en mi vida a manifestarme por nada. Por motivos de trabajo he cubierto bastantes manifestaciones, pero por mi propio pie no me he puesto al lado de una pancarta en la vida. No sé si lo haré en un futuro y es que ya saben aquello de que no se puede decir que de este agua no beberé…
Montar este tipo de manifestaciones además tiene mucho peligro para un partido mayoritario como el PP. Las posibilidades de pinchar son grandes, ya que se exigen unas cifras de asistencias brutales para quedar bien. El riesgo es mayúsculo, debido a que a poco que fallen algunos miles se te puede volver en contra y en vez de lucir músculo lo que dejas ver es flacidez y estrías. Además, este tipo de expresiones sociales en la calle no siempre son el termómetro de la sociedad. No voy a entrar en cifras de cuántos miles de personas había en Plaza España, pero de lo que estoy 1.000 por 1.000 seguro es de que hay mucha más gente hasta el gorro de la corrupción que acecha al Gobierno que las que se ponían al sol en la emblemática plaza madrileña. Lo que sucede es que el español medio está hasta las narices del tinglado político. Décadas atrás, por mucho menos de las tropelías que están pertrechando Sánchez y lo suyos, se hubiera montado una movida de órdago y estaríamos camino de elecciones para sacar a patadas en forma de votos a esos corruptos. Pero eso es pasado. Ahora el español pasa olímpicamente del tema. Yo lo que escucho por la calle es que la gente se queja mucho de Sánchez, Ábalos, la fontanera y demás, pero en realidad lo único que quiere es que le dejen en paz y que la locura transitoria que estamos viviendo con el sanchismo les toque lo menos posible.
Les comprendo. Y es que la pereza de las elecciones es incluso peor, ya que, pese a todo lo que está pasando, nadie te asegura que después de pasar por las urnas Sánchez acabe haciendo la mudanza de La Moncloa. Percibo el hartazgo de los que ya no pueden más con el sanchismo, pero es que todavía quedan algunos, quizá demasiados, a los que les importa un bledo que el progresismo sean prostitutas, corruptelas y escándalos, ya que ellos duermen a pierna suelta al tener supuestamente arrinconada a la extrema derecha. A mi que me roben los míos y que me hagan avergonzarme de sentirme socialista todos los días, mientras que tengan a Vox lejos del Gobierno...
Es tan estúpido como real, como el día a día que vivimos ahora.
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