Divide y vencerás
Esta teoría (tengo más razón que un santo) de que Alvise es espoleado por Sánchez para dividir me la ha confirmado el CIS
Divide y vencerás. Esta máxima bélica se lleva utilizando desde que la humanidad es humanidad. Es uno de esos clásicos que no pasan de moda. Pedro Sánchez, aunque parezca que está todo el día mirándose en el espejo mientras le pregunta '¿quién es el presidente más guapo de toda la zona euro?', tiene que haber leído o le han contado algo de estrategias militares, ya que de lo contrario no se entiende lo bien que se mueve en la guerra de guerrillas. De política no tendrá mucha idea, pero de sobrevivir en la batalla es un auténtico especialista.
Cuando la polémica le sacude a él, a su mujer o a su hermano: cortina de humo con cartas reflexivas para parar un país mientras que le da una pensada a todo o una detención mediática estilo Nacho Cano. Por cierto, si yo fuera, Mario Vaquerizo, fiel defensor de Ayuso, estaría muy preocupado. Comprobaría hasta las vueltas que me dan en el supermercado, ya que como se equivoque un día y se vaya sin pagar unos céntimos de una bolsa, le mandan a los GEOS a casa y patada en la puerta televisada en todos los telediarios.
No obstante, estas últimas semanas Pedro Sánchez está aplicando muy bien el tema 7 del temario 'Cómo ser un gran general y no morir en el intento', apartado en el que se explica de forma detallada lo de fragmentar al enemigo. Una de las claves de que a Pedro Sánchez le salgan las cuentas para estar en La Moncloa es que por primera vez en décadas la derecha de este país está fragmentada. Pero es que si al ya beneficioso binomio para Sánchez entre el PP y Vox se le suma un nuevo actor como Alvise, la fiesta no ha hecho nada más que empezar para el líder de los socialistas.
¿No se han percatado que hasta las europeas a Alvise Pérez, líder de partido de Se acabó la fiesta, no le conocía nadie y ahora está hasta en la sopa? Fácil y sencillo. El gran público, más allá de las redes sociales, no conocía a esta nueva figura de la derecha española, pero Pedro Sánchez le ha 'apadrinado' para que eso cambie. Había que crear un tercer núcleo en la derecha y debilitar todavía más a la 'fachosfera'. De pronto, Sánchez y su séquito empezó a repetir hasta la saciedad el nombre de Alvise, hasta tal punto que Vox ha caído en la trampa y ha empezado a ponerse nervioso, de ahí que necesitaran un golpe de efecto con la crisis de los 'menas'. Y Sánchez en Moncloa frotándose las manos viendo cómo la derecha se autolesiona sin remedio.
Esta teoría (tengo más razón que un santo) de que Alvise es espoleado por Sánchez para dividir a la derecha me la ha confirmado el último CIS, que, evidentemente, deja como ganador al PSOE y el segundo dato que más destaca en ese sesudo, exhaustivo, pulcro y profesional informe es que el partido de Se acabó la fiesta ha subido en las últimas semanas como la espuma, pasando de un 1,5% de los votos en su estreno en el anterior barómetro del CIS a un 2,7% en esta segunda entrega. Casi el doble. Y Tezanos removiendo el puchero en una de las estampas más costumbristas que resumen a la perfección el mandato de Sánchez en esta España actual en la que no sabes qué es verdad, qué es mentira, quién roba, quién miente ni qué sucede.
No sé cuál será el recorrido político de Alvise. Hay que ir con cuidado que las Europeas las carga el diablo. Un tal Pablo Iglesias en unos comicios del Viejo Continente saltó a la fama como un perroflauta con coleta y acabó siendo vicepresidente del Gobierno. En esta España todo es posible.