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Esta noche es Nochevieja. Y posiblemente sea la Nochevieja más importante de nuestras vidas: ya será todo un triunfo dejar atrás un año tan miserable como el 2020 y abrirnos a la esperanza, aunque de momento nos conformemos con la ilusión del jugador, de que lo mejor está por llegar y que la bolita de la ruleta de la vida caerá en el 21. Será nuestra apuesta, el impulso del deseo; será nuestro año, ¿qué otra cosa anhelar? Ya hasta puedo oír el tintineo de la bolita...

Esta noche es Nochevieja. Nos queda brindar, encomendarnos a Dios o a Snoopy, allá cada cual con sus creencias, apretar los dientes, y lanzarnos al vacío como si fueranos saltadores de esquí en la tradicional prueba de Año Nuevo que se celebra en la estación alemana de Garmisch-Partenkirchen.

Así es la vida, adrenalina sin domar, vacío eterno, y sobre todo intemperie. Por lo demás, esperanza, que además de un precioso nombre de mujer, por desgracia en desuso, es una palabra estupenda que utilizamos poco, ocupados como estamos en otros palabros como resiliencia, transversalidad, teletrabajo, estatuafobia, conspiranoia, confinamiento y hasta tik-tok, que cualquier cosa vale ya para comunicarnos en este planeta de humanos mutantes. Finalmente, según la Fundación del Español Urgente, la palabra del año 2020 ha sido “confinamiento”, como años anteriores lo fueron selfi, emoji, escrache o aporofobia. Es decir, cualquier tontería menos esperanza. Claro que sí, donde esté un emoji que se quite El Bosco. Creo que Munch cuando pintó su famoso grito hace más de cien años, en realidad estaba pintando su visión del futuro, que es nuestro presente. El grito de la incertidumbre, del desconcierto general.

Pero, como digo, esta noche es Nochevieja, que hoy, 31 de diciembre de 2020, no es sinónimo de fiesta y lentejuelas, de burbujas y juerga, de campanadas y besos. Hoy es noche de esperanza y, más allá de los buenos deseos, de esperanza pura y dura, como esa palabra fresca que, por sí misma, ilumina el corazón de un diccionario de papel. Feliz Año, queridos lectores.

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