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De la galerna cántabra al diamante negro

Miércoles, 19 de enero 2022, 04:00

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HOY me tomo vacaciones de política, mientras mengua la luna de lobos, y crece la polémica de la carne. Trato de galgos de la extrema izquierda, pero ¡ojo!, futbolistas. La tele repite las increíbles galopadas de Gento, que ayer se fue a correr la infinita banda izquierda del cielo. Acaso sorprenda a San Pedro con un frenazo de los que propinaba a los defensas. Porque aquella “galerna del Cantábrico”, arrancaba con la pelota como un potro andaluz, y era capaz de parar como un burro manchego. José Luis Garci sostiene que atesoraba la sabiduría de Gainza, y la clase de Collar. Le imitó hace poco Garet Bale, “el expreso de Cardiff”, desbordando sin piedad al culé Bartra por la banda izquierda. Gento es el mejor extremo izquierda de la historia del fútbol, como el más grande extremo derecha fue aquel pájaro, borrachín, fumador - ¡con una pierna 6 cm. más corta y torcida! -, el brasileño Garrincha. Al cántabro pude verlo en directo, pero a Garrincha solo una vez en el Metropolitano - gracias al conseguidor Chencho Arias -, donde dejó sentado repetidamente al defensa Calleja. Garrincha afirmaba que él y Gento, con otros nueve cualesquiera, serían siempre campeones. A ambos le gustó padrear. El santanderino tiene una sola demanda de paternidad. El brasileiro reconoció 14 hijos de varias mujeres (entre ellas cinco esposas).

Ningún salmantino vivo pudimos ver los comienzos del futbol entronizado aquí por los Nobles Irlandeses. Pero los abuelos recordamos a Gainza, “el gamo de Dublín”, y a Collar. Hablo con mi amigo y asesor futbolístico José Maíllo, espectador y relator en “El Calvario”, y luego del “Helmántico”, recordando al mejor extremo izquierda de la UDS, Urrestarazu, “Urre”, pelo planchado y rostro sanguíneo. Algunas ruedas llevamos luego para recauchutar en su taller. Y por el extremo derecho tuvimos al pequeño grande Nano, el mejor. De jubilado paseaba hasta la Plaza Mayor, se paraba ante el medallón de Franco, y se desahogaba. No olvidamos en la banda izquierda a Sánchez Barrios, al que vimos meter el gol que nos hizo subir a la división de honor, con una portería que entonces escoltaba el cancerbero D,Alessandro “El magno”, que se hizo charro, y es ahora maestro del fútbol en “El chiringuito”.

Uno rechaza los extremos, sobre todo a la izquierda, salvo que – naturalmente -, se llamen Gento o Vinicius, el asombroso extremo izquierda del Real Madrid, ese diamante negro, quizás tan valioso como el “Enigma” (555 quilates), que va a subastar Sotheby´s. Doy gracias a Dios por cosas más importantes, pero también - ¿por qué no? -, por haberme dejado en este mundo de prestado, y poder contemplar antaño los prodigios de Gento, y hogaño los de Vinicius.

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