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Sábado, 16 de marzo 2024, 10:16
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El Rey Juan Carlos I está disfrutando al máximo su estancia en Sanxenxo y como ha hecho en otras ocasiones, ha aprovechado el buen tiempo en la localidad para salir de casa de su amigo íntimo, Pedro Campos, y cenar junto a este, su mujer y la Infanta Elena.
Tras pasar una mañana de lo más placentera en las aguas del norte, entrenando para la regata que tendrá lugar este fin de semana, el emérito regresaba a casa de Campos la tarde del viernes para hacer tiempo y alrededor de las ocho de la tarde se dejó ver saliendo de ella para disfrutar de esta cena con amigos y su hija.
El restaurante elegido ha sido una marisquería de Cambados, Ribadomar. Pedro Campos; su mujer, Cristina Franze; la Infanta Elena; y el Rey Juan Carlos han llegado en un mismo vehículo y, tras bajarse de él, han protagonizado una amable conversación con los dueños del negocio.
Una salida que no llama la atención ya que no es la primera vez que el emérito aprovecha su estancia en Sanxenxo para moverse por los alrededores y disfrutar con sus amistades más cercanas y de su hija, cuando ha viajado hasta el norte, de los restaurantes de la zona.
Atrás quedaron esos viajes en los que el Rey Juan Carlos I mantenía un perfil bajo de cara a los medios de comunicación cuando se dejaba ver por Sanxenxo con sus grandes amistades. Este fin de semana hemos visto al emérito en el Club Náutico de Sanxenxo para comenzar los entrenamientos de cara a la competición de vela que arranca este sábado y en la que el monarca pretende participar.
Muy feliz, tranquilo, charlando con todos los allí presentes, acompañado por la Infanta Elena... el monarca nos ha regalado una imagen pletórica, ya que hemos comprobado que se mantiene en buena forma y que está de lo más sonriente por este viaje.
Tras pasar largas horas en el mar, el Rey Juan Carlos y la Infanta Elena han desembarcado en el puerto de Sanxenxo, allí le hemos visto subir las escaleras con la ayuda de su asistente y apoyándose en la barandilla mientras que su hija aprovechaba para hablar con algunos conocidos.
Una vez todos en el interior del coche, el emérito, Doña Elena y Pedro Campos abandonaban el lugar sonrientes y saludando a los allí presentes... tanto que no ha dudado en bajar la ventanilla y gritar "¡Hola!" a todos los profesionales que están cubriendo la noticia.
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