Isabel Pantoja rompe a llorar en El Rocío en su despedida más íntima

Tras su polémica ausencia en la Primera Comunión de su nieta Ana y el desgarrador mensaje de Kiko Rivera confesando que esto lo llevó a “tocar fondo”, Isabel Pantoja ha reaparecido públicamente en un lugar especialmente simbólico para ella: El Rocío.

Después de años sin pisar su vivienda en la aldea almonteña, la cantante ha regresado en lo que parece ser una última despedida. Según reveló Antonio Rossi en 'Vamos a ver', su visita no está relacionada con la romería de la Virgen del Rocío, sino con un viaje programado cargado de significado: “Acude por muchos motivos, por lo que está por venir en los próximos meses”.

Más tarde, el programa 'TardeAR' difundió imágenes que confirman que Isabel estuvo rezando y llorando durante más de un cuarto de hora ante la Blanca Paloma, acompañada de su peluquero Antonio Abad y su amiga Cristina ‘La pilota’. Una testigo relató que la tonadillera estaba visiblemente emocionada y no dejó de rezar.

Este jueves, Rossi dio más detalles del verdadero motivo del viaje: “Isabel se despide de su casa en El Rocío. Han ido a recoger sus cosas. La van a cerrar y no volverán. La propiedad forma parte del lote que ha presentado como aval para saldar sus deudas”.

La vivienda, testigo de momentos importantes en su vida, se suma así a otros bienes que perderá próximamente, como Cantora y un piso en Sevilla.

Durante su estancia, Pantoja se ha mantenido completamente aislada. Las persianas bajadas, un candado en la puerta y el hermetismo total contrastaban con una única señal de vida: los farolillos del porche encendidos, símbolo de una despedida silenciosa, pero profundamente emocional.

Este reencuentro con El Rocío ocurre en uno de los momentos más delicados para la artista, marcada por la ruptura con su hijo y la pérdida inminente de sus propiedades. Un cierre de ciclo que la devuelve al lugar donde su alma siempre encontró refugio.

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