El único campo de hierba artificial de Salamanca que cumple con la nueva normativa de la Unión Europea
Europa pretende acabar en 8 años con el caucho en su lucha contra el microplástico. Salamanca tiene 24 campos de césped sintético y tan solo 1 a día de hoy pasa el filtro
La última reglamentación europea ha levantado una verdadera tormenta en todo el fútbol de todo el viejo continente: «¿Cómo que a partir del 2030 no se va a poder jugar en campos de césped artificial?», ha corrido la pregunta como la pólvora desde el pasado domingo entre los clubes y ayuntamientos de Salamanca. «Y no, no se ha prohibido el uso y la instalación de terrenos de juego de césped artificial, lo que ha prohibido la Comisión Europea a partir de ese año es que se puedan construir con un relleno de caucho», explica con detalle Javier Grandes, instalador y jardinero de césped artificial en Salamanca (por sus manos han pasado terrenos de juego como el antiguo Reina Sofía o el Vicente del Bosque de Garrido).
La polvareda se levanta con el visto bueno y la publicación del Reglamento (UE) 2023/2055 sobre las micropartículas de polímeros sintéticos; donde, además el caucho, quedan prohibidos todos esos detergentes, juguetes, juguetes y hasta la purpurina catalogados como «altamente contaminantes» por tener entre sus materiales los citados microplasticos. De este modo, todos estos elementos, incluidos los terrenos de juegos artificiales, deben buscar alternativas para su elaboración: «Las alternativas que ahora mismo hay en el mercado para el relleno, que presentan un stock mucho más limitado que el caucho y peores resultados, son el relleno de fibra coco y el corcho. En ninguna de estas dos variantes se obtienen los resultados de calidad y densidad que da el relleno de caucho. Por ejemplo, el corcho cuando se moja por lluvias tiende a flotar y tiene el riesgo de que el relleno se lo acaba llevando el agua; mientras que la fibra de coco tiene el inconveniente de que se aplasta por el uso y se hace una pasta», explican desde Helmantic Grass a este diario. La arena de sílice, apunta, no serviría como relleno: «No es un elemento de relleno sino un material de lastrado, para mantener la fibra de vida y la calidad del césped».
Con todo en su contexto, la radiografía de las instalaciones deportivas en Salamanca en torno al césped artificial es la siguiente: en el total de la provincia existen 22 campos que tienen como superficie la hierba sintética, 12 de ellos se ubican en la capital —que se reparte de la siguiente manera: 3 en la ciudad deportiva de la Aldehuela, 2 en La Salud, y uno en el Neme, El Zurguén, El Tori, La Sindical, Chamberí, el Vicente del Bosque de Garrido y anexo del Reina Sofía, último campo sobre el que se ha actuado—, se suman 2 más en Santa Marta, y los otros ocho se localizan de uno en uno en Béjar, Cabrerizos, Carbajosa, Ciudad Rodrigo, Guijuelo, Peñaranda, Villamayor y Villares de la Reina.
De todos ellos, tan solo uno pasaría el examen de la comisión europea con respecto a los materiales de los que está compuesto, que es el Vicente del Bosque de Caberizos, que tiene la fibra de coco como elemento de relleno y no el habitual caucho. El Genci de Villares había tenido este elemento como elemento de amortiguación hasta hace dos semanas, cuando se ha renovado y peinado, apostando por un relleno de caucho, que a partir de 2030 quedará prohibido.
