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Alex Ganges
Salamanca
Jueves, 15 de agosto 2024, 18:23
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Los años 90 fueron una época dorada para el tenis femenino español. Se erigieron figuras legendarias como Conchita Martínez o Arantxa Sánchez Vicario, pero entre ellas también se encontraba una salmantina: María Antonia Sánchez Lorenzo.
La tenista salmantina tuvo que marcharse a los 14 años de la ciudad para progresar en el deporte que amaba. Los resultados no tardaron en llegar. En el año 1992 comenzó su andadura como tenista profesional y tan solo un año después alzó el trofeo de campeona de España junior.
Para María Antonia su momento más importante llegaría en 1997, en los cuartos de final del torneo de Hamburgo. Allí se enfrentaba a la tenista española con más títulos individuales en la historia y la campeona de Wimbledon en 1994, la gran Conchita Martínez.
Consiguió vencer por 7-5, 5-7, 6-2. «Fue un momento clave en mi carrera, ahí me di cuenta de que podía con las mejores, de que valgo para esto y puedo estar ahí arriba» explicó la salmantina.
En 1999 alcanzó los octavos de final en el Open de Australia. «Es mi torneo favorito, siempre me gustaba mucho jugarlo y es también uno de los mejores momentos de mi carrera» dijo la tenista.
El año 2004 fue clave para la vida de María Antonia. Alcanzó su mejor posición en el ranking WTA, la número 33 del mundo. Pero sin duda el momento más bonito de la carrera de María Antonia llegaría ese verano. Formó parte de la delegación española de tenis en los Juegos Olímpicos de Atenas. «Era mi mayor ilusión, los Juegos son el sueño de cualquier deportista y tener esta oportunidad única fue increíble». Pese a que según ella «se dio fatal» tras perder en primera ronda, el gusanillo olímpico no la abandonó nunca. «Veo todos los deportes que hay, estoy todo el día enganchada a la tele con los Juegos, hasta mis hijos me llaman pesada» comentaba la tenista entre risas.
Su calvario con las lesiones obligó a Maria Antonia a retirarse en el 2006 con 29 años. «Fue una lesión en la espalda que ya tuve con 24 años. La decisión fue dura pero no me veía con ganas de parar y empezar de nuevo» dijo la charra. Aprovechando el infortunio cumplió otro de sus sueños: formar una familia. «Fui madre poco después de retirarme, siempre tuve muchas ganas de serlo y tuve mis dos hijos» explicó María Antonia.
Tras la retirada su principal ocupación fue la maternidad. Hace 7 años decidió volver a Salamanca. «Echaba de menos estar lejos de mi familia, aunque estaba acostumbrada a vivir lejos» declaró. Abandonó el mundo del tenis por un tiempo. «Nos pasa a muchos deportistas, acabamos saturados y en mi caso no quería saber nada del tenis» dijo María Antonia. «Ahora lo he vuelto a seguir y el fenómeno Alcaraz me enganchó de nuevo» explicó la tenista.
La charra ve en Rafa Nadal una inspiración y un ejemplo. Como ella el manacorí ha pasado por infinidad de lesiones pero ha seguido luchando. «Jugar con dolor es un desgaste mental brutal, hay que ser de otra pasta para continuar y Rafa Nadal lo es».
La salmantina tuvo que irse joven pero al volver no encontró las cosas fáciles. «En la ciudad el deporte es muy cerrado, hay pocos apoyos y es difícil hacer nuevos proyectos» declaró.
«Si pudiera cambiar algo de mi carrera serían las lesiones, pero al final no es algo a mi alcance. Por el resto no cambiaría nada, gracias al tenis he podido disfrutar de mi familia» finalizó la tenista.
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