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David Alonso Mata a las puertas de la redacción de LA GACETA. ALMEIDA
ENTREVISTA A DAVID ALONSO MATA

«Unionistas me recuerda mucho al Oviedo antes de subir a Segunda, peleando hasta el último euro»

El nuevo director general vive sus primeros días en el cargo conociendo todo muy al detalle... y dándose a conocer: «Me considero una persona tranquila, soy muy de tomar un café, de sentarme y escuchar»

Iván Ramajo

Salamanca

Viernes, 13 de junio 2025, 10:46

David Alonso Mata suma sus primeras horas de vuelo en Unionistas. Diez días intensos en los que su principal obsesión ha sido la de conocer muy en profundidad al club, y en los que él también ha cundido con el ejemplo: "Me considero una persona muy tranquila, que intenta aplicar el sentido común a todo. Me pongo muchas veces en la piel de la persona con la que trato. Soy mucho de primeras impresiones, de tomar un café, de sentarme y de escuchar... Soy David Alonso Mata, tengo 42 años, vengo de Oviedo, soy periodista y tengo titulación en gestión de entidades deportivas y como director deportivo. Y me considero una persona cercana".

Con esa base, ¿cómo han sido los primeros días de trabajo? ¿En qué ha centrado sus esfuerzos?

—Estos primeros días en Salamanca y en el club han sido muy intensos. Pero mucho. De mucho trabajo, de muchas reuniones, de muchas llamadas, de tratar —sobre todas las cosas— de conocer al club de verdad, por dentro, de hablar con los compañeros de las distintas áreas. También de ir conociendo gente de la ciudad que me va dando una visión diferente de lo que es Unionistas a la que se puede tener dentro. Esta primera semana ha sido verdaderamente intensa, con pocas horas de sueño, pero muy ilusionante y con ganas de afrontar este reto, que lo veo como muy apasionante, con el único objetivo de que todo el buen trabajo hecho hasta ahora tenga proyección en el futuro.

¿Qué es lo más urgente que ha detectado estos días? Porque de las palabras, de lo que le cuenten sus nuevos compañeros de viaje, a lo que haya podido palpar puede haber diferencias.

—Yo creo que cada área del club tiene su urgencia. Todos te dicen que en su área hay cosas importantes, y es verdad. Pero por las alturas de la temporada en la que estamos, lo deportivo manda. Es algo que tenemos que solucionar estos días, primero con el director deportivo, luego con el entrenador... Además, creo que tenemos que hablar con los futbolistas que terminan contrato para conocer su situación y para explicarles la situación del club. La idea es seguir haciendo un buen proyecto, aunque con un objetivo claro: la permanencia. De esa línea no nos podemos desviar, y más viendo cómo se está desarrollando este final de temporada, con tres equipos de esta liga jugando la próxima temporada en Segunda División.

¿Y qué ha encontrado mejor de lo que pudiera esperar, con todo lo bien que le hubieran hablado?

—Hay muchas cosas que me sorprendieron para bien, la verdad. Desde la distancia uno puede tener un concepto distinto de lo que es Unionistas. Puedes hacer llamadas a gente que estuvo aquí en otras temporadas y demás, pero, haciendo un símil con mi etapa en el Real Oviedo, creo que solo lo entiendes si estás dentro. Llevo una semana, pero ya me ha servido para palpar de primera mano la ilusión que tiene la gente, ese sentido de pertenencia que creo que es la clave para que el equipo esté donde esté. También la importancia no solo de los socios, sino también de los patrocinadores y de los voluntarios. Y luego, obviamente, está el tema de la cantera. Creo que la temporada de la base es sobresaliente. En todos estos ámbitos lo que se me transmite es ilusión, ganas de continuar, de seguir haciendo las cosas, y me sorprende ese sentido de pertenencia que se tiene. Muchos equipos de otras categorías deberían verlo como ejemplo.

Es que la humildad no está reñida con la profesionalidad, que es algo que muchas veces se confunde.

—No, por supuesto que no. Creo que la base de todo tiene que ser la humildad. El club tiene que seguir creciendo, y debe crecer desde la humildad. Que tenemos problemas, sí; que el tema económico es un problema, sí. Pero yo lo veo como una oportunidad también. El futbolista, el entrenador, o todos los que estamos aquí, tenemos que ver que muchos de los jugadores que han estado aquí en las últimas temporadas están ahora jugando en fútbol profesional o han estado en él. ¿Y eso qué significa? Que el paso está cerca, que Unionistas es un equipo atractivo, y tenemos que seguir luchando para que así sea.

Con todo lo que está contando, ¿necesitaba Unionistas un director general?

—Pues si atendemos a lo que dijo el presidente y a lo que estoy palpando estos días dentro del club, quiero entender que sí. Por mi parte, puedo decir que vengo a ayudar a esos compañeros y a sumar, no a sustituir a nadie.

En su presentación no quiso profundizar en los detalles de su contrato. Desde fuera se entiende que una figura como la suya no tendría mucho sentido sin un proyecto a medio plazo. ¿No lo cree?

—Lo que está claro es que un proyecto de gestión de club en una temporada no tiene resultados. Al final, muchas veces vienes y te encuentras ya con contratos heredados de patrocinadores y otros temas de gestión. Este trabajo es complicado de valorar en unos meses. Yo, particularmente, vengo a realizar un proyecto chulo. Lo que más me atrajo fue el reto; creo que poder ayudar a que el club se consolide en la categoría —ya no solo en lo deportivo, sino en todo lo demás— es clave también para crecer de verdad. Si conseguimos, en la parcela no deportiva, darle todas las armas posibles a la parcela deportiva, podremos optar a jugadores de otro perfil o de otro salario. Y una cosa lleva a la otra...

En casi todas las respuestas habla del tema deportivo. ¿Cuántas ganas tiene de cerrar al director deportivo?

—Muchas. Pero muchas, la verdad. Sobre todo porque soy una persona de trabajar muy de la mano con el director deportivo. Me gusta el fútbol, me gusta hablar con él. Una vez que tengamos director deportivo, ya es una piedra menos que tengo en mi mochila para esta temporada.

Hay una frase que ha repetido en varias ocasiones: que el club le da mucha importancia a tener director deportivo, dejando entrever que hay otras vías para montar el equipo. ¿No se la ha expuesto al club? ¿Cómo sería?

—El club entiende que tiene que tener una figura para la dirección deportiva, porque en las últimas temporadas ha tenido ese modelo y le ha ido bien. ¿Otro modelo es posible? Sí, igual que otro fútbol se está demostrando que lo es. Pero hay que creer en él. Si no tenemos muchos recursos, igual podría ser interesante destinar una parte de ese recurso a confeccionar la plantilla en sí, de la mano con el personal que ya tiene el club, con Antonio Paz en la secretaria técnica y el grupo de scouting, y el entrenador.

Tiene varios nombres encima de la mesa, pero el favorito de la afición es Toni García, a quien el presidente felicitó por su ascenso a Primera RFEF con el Talavera. ¿Qué me dice?

—Pues que yo estoy aquí también gracias a Toni. Él me llama un día y me dice que Unionistas busca director general. Me preguntó cuál era mi situación y si estaría dispuesto a poner mi nombre sobre la mesa. Le dije que por supuesto, encantado. Después hablé varias veces con él hasta su ascenso y, la realidad, es que no lo hemos vuelto a hacer. Para el director deportivo he hablado con otras personas y él (de momento) tiene contrato. Es lo que te puedo decir.

Saliendo de la parcela deportiva, estos días ha estado en la RFEF, en el Ayuntamiento y en la asamblea del club, que entiendo que es la experiencia que más le ha podido sorprender.

—La verdad es que sorprende, sí. Sobre todo, porque vengo de un club en el que hay una junta de accionistas, con otro modelo de club. Me gustó la transparencia, me gustó que al final el socio es dueño de su club y se preocupa. Un ejemplo de esa transparencia son las votaciones para la subida de los carnés. Por cierto, tengo que decir que me preocupó un poco el resultado final, y tenemos que mirar a ver el porqué de ese desencanto y de ese porcentaje tan elevado. Creo que es un ejercicio que nos tenemos que hacer en estos días: el porqué. Y, a partir de ahí, tratar de reconducir la situación para que el socio siga siendo, o siga viendo, el trabajo de la directiva y del personal de Unionistas con orgullo.

¿Y cómo se reconduce?

—Vamos a ver si estamos a tiempo de plantear alguna fórmula para la presentación de la campaña de socios de la próxima semana, o si, por el contrario, tenemos que ir trabajando de cara a la campaña de la siguiente temporada. Pongo en valor el trabajo hecho en esta parcela.

Salvando distancias (que pueden ser siderales), ¿dónde ubicaría a este Unionistas que se ha encontrado en los 17 años de trayectoria que tuvo en Oviedo, donde vivió de todo?

—Buena pregunta [se toma su tiempo]. Antes del ascenso a Segunda División. Me recuerda mucho a la situación que tuvimos que vivir en Oviedo: luchando, peleando hasta el último euro en muchas situaciones, tratando de ajustar muchísimo el coste de la plantilla, pidiendo colaboración a los patrocinadores... Allí se consiguió y creo que esa comunión de la temporada 14-15 fue clave para lograr el ascenso. Y, salvando las distancias, creo que esa comunión club-afición-patrocinadores-medios tiene que valer aquí también para crecer paso a paso, empezando por darle el valor que tiene a la salvación.

Usted sabe un camino hasta el fútbol profesional. ¿En el fútbol popular es posible?

— Creo que tenemos que ser realistas. Jugamos contra verdaderos transatlánticos. De mi boca no va a salir ningún objetivo más ambicioso que la permanencia. Sabemos el presupuesto que tenemos, sabemos el equipo que somos, conocemos nuestras fortalezas, y una de ellas es el Reina Sofía. Me impresionó.

Sabe que hay un proyecto de transformación para este estadio que entiendo que para un director general es un reto y algo atractivo. Tuvo un primer contacto con el ayuntamiento en la recepción al juvenil A.

— Conozco la situación con algo más de detalle, entre otras cosas por la información que sacasteis vosotros con los planos del plan director. Me parece un proyecto muy interesante. Y necesario. También conozco cómo funcionan los plazos en la administración, y eso hay que respetarlo. De momento, lo que puedo es agradecer el esfuerzo de las administraciones públicas para poder acometer esa serie de mejoras que me consta que se demandan no solo como club, sino como salmantinos. Hay una figura importante en todas estas relaciones con el Ayuntamiento que creo que tenemos que poner en valor, que es la de Tom. Me consta que está haciendo un gran esfuerzo y un gran trabajo para que todas esas obras puedan salir adelante.

Le ha dado mucha importancia a la salvación, pero entiendo que habrá otras cosas que le gustaría que se quedaran en Unionistas para siempre.

—Pues mira, creo que todos estamos de paso por las empresas o los clubes, y creo que no hay mayor satisfacción que intentar dejar el club —en este caso, Unionistas— un poco mejor de lo que se encontró. Tengo clarísimo que si a Unionistas le va bien, a mí me va bien.

Una última duda: ¿en serio, hasta que Jorge Mier no llegó aquí, no había escuchado el nombre del club? Para entonces ya había jugado Copa del Rey con el Real Madrid…

—Pues es verdad que tenía ese recuerdo de una llamada de Toni, pidiendo la cesión del jugador, y también lo que le dije: que tenía otras ofertas y que su representante era mi tío, con lo que me pillaba un poco en medio. Pero, en honor a la verdad, tengo que decir que ayer me di cuenta de tener un recuerdo cierto anterior del club, que fue por un amistoso en Sotrondio (verano de 2019). Este recuerdo sale a flote porque, al grabar el teléfono de Torrens, ya lo tenía como 'Unionistas delegado'.

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