Baz salva un empate en el partido de la polémica (1-1)

El Reina Sofía abría sus puertas por penúltima vez este año 2024 para acoger un señor partido. Unionistas recibía al segundo clasificado, la Real Sociedad B, con el objetivo de sumar su segundo triunfo consecutivo como local.

La mañana amanecía con una neblina que avisaba a los dos equipos que la contienda sería más que dura, pero poco tardaron los dos conjuntos en pisar área contraria. Primero era el cuadro visitante con una pérdida de Pascual en el flanco izquierdo. El lateral, que sustituía al sancionado Vergés, perdía un balón peligroso en el costado, pero, los donostiarras enviaban el cuero por alto. A partir de ahí, Unionistas despertó y empezó a buscar la portería defendida por Fraga. De la Nava era el primer en avisar con un remate por alto y solo unos minutos después Rastrojo, que estaba de dulce, protagonizaba la más peligrosa del primer tiempo recibiendo el balón dentro del área que enviaba cerca de la meta donostiarra. El paso de los minutos continuaba dejando a Unionistas como el protagonista del duelo, mientras que Fraga se tenía que esmerar para enviar a saque de esquina una falta botada por Jonny. Por su parte, la Real Sociedad B solo encontraba una fisura en el cuadro charro cuando Pascual dejaba abierta la puerta. Entre tanto, el colegiado amonestaba a un jugador visitante tras una fea entrada, una cartulina que traería dolores de cabeza minutos después. El primer tiempo no dio para más, con un cuadro charro que protagonizo las ocasiones más serias.

Tras el paso por vestuarios, a diferencia del primer tiempo, la Real Sociedad B salía mejor y buscaba abrir el marcador desde los primeros compases. Y en el minuto 52 saltaba la primera polémica cuando el colegiado perdonaba la segunda amarilla al jugador donostiarra, pero, no contento con ello, el árbitro se le iba el partido de las manos gol el primer tanto del partido. La grada pedía asistencia médica para un aficionado después de recibir un balonazo, y mientras el árbitro no detenía el encuentro, el cuadro visitante aprovechaba el desconcierto local para abrir el marcador gracias al tanto de Orobengoa. Llácer respondía moviendo su banquillo con la entrada de tres jugadores de refresco, y ello se tradujo en un sometimiento local desde el minuto 80 de partido. El colegiado añadía 6 minutos a la contienda, y los donostiarras solo achicaban balones de su área. Y, cuando parecía que el partido se lo llevaba la Real Sociedad B después de caer derrotado en sus dos últimas salidas, Baz se hacía enorme en un saque de esquina para zanjar el partido con empate. Unionistas se tenía que conformar con las tablas en un partido donde el colegiado tomó demasiado protagonismo.