¿Qué le pasa al césped del Helmántico?
El terreno de juego vuelve a presentar un aspecto deteriorado, especialmente en su Fondo Norte, a consecuencia del frío. Los tepes bermuda que arreglaron la mala siembra del verano pasado no toleran las bajas temperaturas. El club confía en recuperarlo con resiembra
I.R.M./A.G.S.
Salamanca
Martes, 2 de diciembre 2025, 11:28
La UDS International Cup (el torneo juvenil celebrado la semana pasada en el recinto de la carretera de Zamora) levantó la liebre sobre el césped del Helmántico: «Preocupante estado», se leía en el pie de foto de una imagen que ya había corrido como la pólvora por redes sociales, hasta que este pasado domingo, desde una hora antes del choque del Salamanca UDS frente al Burgos Promesas, la afición y el propio equipo se enfrentaron a la realidad del campo.
Buena parte del Fondo Norte, principalmente, presentaba —como se intuía en la advertencia de la captura de pantalla— un aspecto pajizo: de pasto seco, de abrasado. Y más allá: las áreas afectadas se dibujan de manera geométrica, rectángulos y cuadrados principalmente. Algo tan llamativo como completamente anormal si el problema fuera un hongo, o falta o exceso de riego. O incluso el uso excesivo del mismo, con la disputa de los partidos del primer equipo, el juvenil A y el citado torneo.
El origen de la nueva polémica en torno a la conservación del césped —que es regular desde que el estadio volvió a latir en la jornada del 11 de septiembre de 2016, tras más de tres años en stand by— parte de la solución encontrada la temporada pasada para arreglar el desaguisado de la sustitución del terreno de juego llevado a cabo durante el verano, y que obligó al Salamanca UDS a tener que jugar en Las Pistas como local una jornada, ante el mal arraigo de la siembra hecha.
Entonces, la empresa encargada de la renovación íntegra del rectángulo de juego —incluidos el sistema de riego y el drenaje— recompuso el césped colocando tepes —planchas de hierba precultivadas, con su tierra y raíces— que dieron sus resultados en tiempo récord. En tan solo 71 días se pasó de tener que jugar como local en el exilio a a lucir un césped de lujo durante el choque de Copa frente al Celta de Vigo.
Ahora bien, este tipo de tepe de césped bermuda no tolera el frío. Sufre con las bajas temperaturas, volviéndose del color marrón que ahora presenta, detalle que el jardinero del estadio ya había advertido y contra lo que nada ha podido hacer.
¿Y, entonces, qué? Lo primero que cabe señalar es que el césped no está muerto; con el aumento de las temperaturas podría reverdecer; aunque para eso aún resta mucho. Por eso, la idea que se maneja es la de ayudar con resiembra en estas áreas.