«Lo de Vinícius no es racismo, es envidia»

La última aparición pública de Vinícius en la televisión estadounidense 'CNN' (en la entrevista que se emitió en la madrugada del martes al día de ayer) ha provocado un verdadero terremoto, al asegurar que el Mundial del 2030 debería de «cambiar de lugar» si España «no evoluciona». «Espero que España pueda evolucionar y entender lo grave que es insultar a una persona por el color de su piel, porque si antes de 2030 las cosas no evolucionan, creo que hay que cambiar de lugar (el Mundial), porque si el jugador no se siente cómodo y con confianza en un país donde puede sufrir racismo, es un poco complicado», fue su declaración completa.

Como cada vez que el crack del Real Madrid habla sobre este tema, las reacciones no se han hecho esperar. Una de las que más eco han tenido ha sido la del exjugador del Salamanca UDS, Mansour Seck (34 años, Segnegal), que ha alcanzado el millón de visualizaciones en la red social 'X', los 14 mil «me gusta» y más de 250 respuestas. «Hablar demasiado puede ser algo perjudicial para nosotros. Vini, el problema lo tienes tu amigo, háztelo mirar».

Con el teléfono ardiendo, el defensa senegalés toma la palabra para explicarse más allá de los 280 caracteres: «Me ha chocado y me ha dolido oírle decir esto. Otras veces me he mordido la lengua, pero esta vez ya no me he podido resistir», se justifica. «España no es un país racista, no lo es», insiste. «Claro que hay gente racista como existe en todo el mundo, pero de ahí a pedir cambiar la sede de un Mundial por cuatro tontos, que los hay en todos los países del mundo, me parece excesivo. No puede querer que un país entero pague por lo que él mismo reconoce que es una minoría. España es un país ejemplar, yo, que ya llevo veinte años aquí, he de decir que el comportamiento de las aficiones con los jugadores que somos negros ha cambiado muchísimo. España, como pide, ya ha trabajado por adelantado, por eso veo exageradas sus palabras», reflexiona el exjugador blanquinegro, que pone su propio caso como ejemplo: «Los que me habéis visto en el campo, sabéis que soy un jugador con carácter y negro; como lo es él. Y eso, sin embargo, no me ha convertido en diana de los racistas. Me han podido decir de todo, pero lo que es un insulto racista de verdad solo recuerdo uno en toda mi carrera, fue en Salamanca, tras el gol de Martín Galván en Las Pistas. E igual que digo esto, digo otra cosa: fue una sola persona, un descerebrado que no es que no represente a esa afición, es que no es ni aficionado al fútbol», dice.

Entonces, ¿cuál es el problema para que Vinícius diga esas palabras? «Yo lo veo clarísimo, no es un problema de racismo, es de envidia por lo que es capaz de hacer dentro del campo; eso mismo les pasó a Messi o Ronaldo en su día por ser, simplemente, los mejores. La gente trata de desconcentrarlos, de sacarles del partido: a Messi le llamaban 'enano', al otro, 'chulo' y de todo...».

La solución Mansour la tiene muy fácil: «Vinícius tiene que asimilar esto bien, tiene que saber que, si él provoca, porque lo hace, tiene que asumir que a él le hagan lo mismo. Cuando sepa gestionar esto se acabarán sus problemas», asegura el defensa senegalés que se resiste a colgar las botas. Tras su adiós precipitado en el mes de diciembre —«No me siento parte del ascenso, porque lo que sumé fue un granito pequeño», asegura—, el defensa se marchó al Torrejón, donde concluida la temporada, dio por acabado su contrato. En este 'impasse' en el que encuentra destino —no tardará en firmar su nuevo contrato—Mansour sigue pendiente de lo que hace el Salamanca: «No soy un exjugador, soy un aficionado que sigue a su equipo por la tele, y espero que en alguna jornada de este año lo pueda hacer en el Helmántico».

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