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Si al finalizar el partido en Compostela alguien hubiese afirmado que el Salamanca UDS apuraría sus opciones de playoff de ascenso al término del mes, muchos lo habrían tildado de loco. Sin embargo, la llegada de Jorge García al frente del banquillo charro no solo ha devuelto la alegría al equipo, también la ambición a buena parte de la afición.
A partir de las 12 horas, el estadio Helmántico acoge la penúltima jornada en el Grupo I de la Segunda Federación con el cuadro del Tormes y el Unión Popular de Langreo como protagonistas de la contienda. El triunfo en Ávila hizo que los charros se despidiesen del descenso directo, y sumando un punto de los seis por repartir confirmarían su presencia un curso más en Segunda RFEF.
Una vez dado un paso de gigante con dos victorias balsámicas ante el Deportivo Fabril y el Real Ávila, la afición salmantina quiere más hasta que las matemáticas digan lo contrario. Con 44 puntos, los albinegros aventajan en seis puntos al Compostela, que ocupa el puesto de playout, y al mismo tiempo tienen a cinco puntos la fase de ascenso a Primera Federación, una plaza que ocupa su rival, el Langreo con 49 puntos en la taquilla. Para apurar sus opciones de playoff, el Salamanca UDS no puede fallar en sus dos citas y debe aguadar el fallo de Rayo Cantabria, el Deportivo Fabril o el Bergantiños en los dos capítulos restantes. Otro de los sueños que ha surgido en el camino del cuadro charro es la posibilidad de disputar la próxima edición de la Copa del Rey, un torneo que cuenta con cinco billetes y al que ningún filial puede acceder. Para mantener vivos los objetivos de este final de temporada, los charros deberán doblegar a un cuadro asturiano que cierra la fase de ascenso y es el tercer mejor equipo como visitante del Grupo I.
A la difícil papeleta que es medirse contra un conjunto de la zona noble hay que sumar la pobre cara que ha ofrecido el Salamanca UDS en casa esta campaña. Es por ello que el técnico salmantino admitía en la previa que «la afición se merece una alegría en casa y es uno de los deberes vestuario». Un vestuario que quiere seguir soñando de la mano de su afición y que ha recuperado la sonrisa.
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