Un Salamanca UDS irreconocible en el mes de junio

Esta vez algo ha cambiado. Desde que el domingo 4 de junio el Salamanca viera como se le escapaba el ascenso a Segunda Federación en el estadio Helmántico ante el Sant Andreu, el movimiento en las oficinas del club ha sido frenético. El tándem Chiapas-Dueñas estaba ya renovado y decidiendo sobre la próxima plantilla a las 24 horas de perder ante el Sant Andreu. Inaudito en el cuadro salmantino. En pocos días se cerraban 10 renovaciones y se acometían tres fichajes, mientras que además se ponía en marcha la campaña de abonados para aprovechar la ola de ilusión que se había generado con los más de 15.000 espectadores que se dieron cita en el estadio Helmántico ese ya mítico 4 de junio.

Para hacerse una idea. En las dos últimas campañas, el primer movimiento de la plantilla llegó con la renovación del capitán Antonio Amaro. En 2022 esa noticia llegó un 5 de julio casi mes y medio después de que se hubiera certificado el descenso de categoría. En 2021 se repitió la misma situación y es que Amaro abría los movimientos en el plantel a principios de julio, también más de un mes después de haber acabado el campeonato.

El Salamanca además en este atípico mes de junio, teniendo en cuenta sus antecedentes, también está sorprendiendo por el ritmo de venta de abonos. En los dos primeros días de la campaña se han superado los 2.000, algo que el año pasado (también en Tercera Federación) se tardó en alcanzar la friolera de dos meses y medio.

Las estimaciones apuntan a que si el ritmo se mantiene tan alto el club salmantino podría tener de nuevo las cifras de abonados que había acumulado en campañas anteriores cuando incluso se superaron los 6.000 seguidores con carné.

Parece que la final por el ascenso en el estadio Helmántico ante el Sant Andreu ha marcado un antes y un después en la historia del club salmantino.