Borrar
Partido del Salamanca UDS en el Helmántico. ARCHIVO
El Helmántico, joya y coladero para el Salamanca UDS

El Helmántico, joya y coladero para el Salamanca UDS

El Salamanca en sus tres campañas en Segunda B no ha conseguido ni la mitad de los puntos en juego en casa, un 47%, y es que el estadio, principal símbolo del club, en lo deportivo se vuelve en contra del equipo con un miedo escénico ‘local’

Sábado, 17 de abril 2021, 11:47

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El estadio Helmántico es la joya de la corona del Salamanca. Es un símbolo y un punto de encuentro que a día de hoy es el bien material más preciado que tiene el club salmantino pero a su vez paradójicamente representa uno de los problemas más significativos en el plano deportivo. Sí, el Salamanca en sus tres últimas campañas en Segunda División B no está cómodo en su casa y vuelan puntos de forma normalizada. En las tres campañas en la categoría de bronce del fútbol español el conjunto salmantino en su estadio solo ha conseguido sumar el 47% de los puntos, por lo que han volado del feudo salmantino el 53% de los puntos en juego.

En el listado de este miedo escénico local aparecen la presión de jugadores no acostumbrados a semejante escenario, en especial los recién llegados; la exigencia de la grada cuando los resultados no acompañan; los espacios que tienen los rivales por la amplitud del campo y la sensación de que con las malas dinámicas de estos años siempre hay que ir a remolque jugando finales en casa. Además, en la mayoría de los casos el Salamanca está obligado a llevar la iniciativa algo que en los últimos años no se le ha dado bien con ningún entrenador. Cuando tiene que mandar el Salamanca está incómodo y se le nota.

Toda esta atmósfera provoca que jugadores que parecen agarrotados un partido se suelten la semana siguiente después de haber cogido el autobús para salir de Salamanca. El cuadro salmantino fuera de casa parece otra cosa.

La primera campaña en Segunda B, en la 2018-2019, ya dejó muestras de que ganar en el Helmántico era algo más que accesible. Tras un mal inicio el club saltó por los aires tras un 0-3 del Sanse en la jornada 7. Carlos Martín dejó de ser presidente, Movilla hizo lo propio en el cargo de director general y llegó Antonio Calderón para enderezar la nave. Eso sí, en su debut en el estadio salmantino fue aciago. Llegó el Rápido de Bouzas, colista, que no había marcado un solo gol ni había ganado en toda la Liga y se llevó los tres puntos (0-1). La única vez que el factor ambiental del Helmántico ganó puntos fue en las últimas jornadas para conseguir la salvación con los triunfos, ante unos 10.000 espectadores, ante el Navalcarnero (3-2) y el Internacional de Madrid (2-1). La permanencia se certificó en Vigo pero se fraguó en esos dos choques en la carretera de Zamora. Afición y equipo se fundieron en aquellas tardes soleadas en el Helmántico.

El pasado curso, marcado por el final anticipado por el coronavirus, no tuvo tardes de gloria para el Salamanca. Un debut liguero esperanzador ante el Arenas (3-1), una victoria en el derbi ante el Unionistas 2-0 y un contundente 3-0 ante el Barakaldo. El resto fueron victorias ajustadas o tropiezos sonados. El Amorebieta pasó como un huracán llevándose un incontestable triunfo (0-3)

Esta temporada express se han vivido auténticas citas negras con una clara superioridad del visitante como las de Racing de Ferrol (1-2), Celta B (0-3) y Pontevedra (1-3). El derbi ante el Unionistas y el Compostela, las únicas alegrías destacadas. El domingo a las 17.00 horas llega un Covadonga casi en Tercera RFEF y lo hace sin miedo al Helmántico. El Salamanca busca hacerse respetar en su casa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios