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El recuerdo del Xabi Alonso entrenador sigue muy fresco en el fútbol de Salamanca, a pesar de las cinco largas temporadas que lo separan de su paso por el viejo Grupo II de Segunda B hasta su llegada al banquillo del Santiago Bernabéu. La sensación generalizada que dejó fue la de «un señor», una imagen que proyectaba con transparencia incluso en su época de futbolista, a través de las cámaras.
En aquella temporada 2019/20 —interrumpida sin previo aviso por la pandemia en la jornada 28—, la Liga de Unionistas, Salamanca UDS y CD Guijuelo frente a su Real Sociedad B se saldó con tres triunfos txuri-urdines, un empate y una sola derrota.
Precisamente ese traspié del 26 de enero de 2020 en el Municipal de Guijuelo tiene su historia, ya que es la derrota más abultada que ha encajado Xabi Alonso como entrenador en España. Su equipo cayó 3-0 frente a un CD Guijuelo dirigido por Ángel Sánchez desde el banquillo.
«Aquella victoria queda como una anécdota...», comenta el preparador bejarano, ahora alejado del fútbol. «Recuerdo más lo concienzudamente que preparamos aquellos partidos contra su equipo, que era un auténtico equipazo, con jugadores de mucho talento como Zubimendi o Roberto López —también estaba Ezkurdia, que esta temporada ha militado en el conjunto chacinero—. Analizamos mucho cómo meterles mano, especialmente en el partido de ida (el equipo de Xabi ganó 2-0 en Zubieta); en casa fue distinto, porque esa temporada estábamos muy fuertes y no les dejamos sentirse cómodos en ningún momento», rememora Ángel Sánchez.
Esa derrota —tan abultada como la que sufrió año ante el Oporto en Champions (también un 3-0, su peor resultado a domicilio en la máxima competición continental)— se fraguó en una primera parte de pico y pala, y una segunda en la que los goles de Jonathan Martín, de falta directa; Carmona, tras una gran acción de Pablo Espina; y el propio delantero asturiano, detonaron el partido.
«Ese partido lo tengo muy presente, no porque marcara, sino porque di por hecho que iba a ser titular tras haberle dado la victoria al equipo en Barakaldo, y no lo fui. En honor a la verdad, con el tiempo reconozco que fue normal que Ángel Sánchez pusiera a Fekir, que era un jugador impresionante, el mejor de la categoría cuando quería. Entré al campo porque se dobló el tobillo... y pasó lo que todo el mundo ya sabe», recuerda el autor del segundo gol del Guijuelo.
Tanto el entrenador como el jugador coinciden en lo «sencillo» que era Xabi Alonso como técnico. «En Zubieta estuvimos un buen rato hablando», rememora Sánchez. «Me llamó mucho la atención lo amable que fue en Guijuelo. Es cierto que en San Sebastián también lo fue, pero habían ganado. Aquí, tras esa derrota, no dejó a nadie sin hacerse una foto, y eso dice mucho de la persona que es».
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