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Puerta de acceso a la sede del Salamanca City, ubicada en la avenida de Villamayor. LAYA
«El City es una sarta de mentiras»

«El City es una sarta de mentiras»

El extraño Salamanca City se ha estrenado en la Segunda Provincial envuelto en la polémica. Lleva tres entrenadores y una sanción de tres puntos en sus primeros siete partidos de vida. «El presidente, Mohamed Owda, es un 'dictador'», denuncian los afectados

Iván Ramajo

Salamanca

Jueves, 7 de noviembre 2024, 06:45

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El extraño Salamanca City, club que este curso ha empezado a competir en la última categoría del fútbol salmantino (Segunda Provincial) sin saber muy bien ni cómo ni porqué, está empezando a mostrar su verdadero rostro jornada tras jornada . El club, que viste de negro, tiene su sede en una entreplanta de la avenida de Villamayor, juega sus partidos en Chamberí y su máximo (y único) responsable sea Mohamemed Owda, quien en los datos de tratamiento de la RFCyLF exige llamarse «don». «También es una sarta de mentiras, esa es la única realidad del club», afirma Jesús Benito, el histórico entrenador local, que hasta el pasado martes llevó las riendas del equipo.

«Te promete de todo, que si va a traer jugadores de aquí y de allá, que si va a pagar. La única realidad es que no hay nada. Una sede muy grande, sí, pero luego todo es un desastre. Sin organización y manejado de manera dictatorial. La Liga la empezamos sin poder jugar el partido porque no tenía los permisos del Ayuntamiento, el equipo lleva sin entrenar días porque no tenemos campos; se niega a pagar 40 euros al mes a un delegado o 70 a un fisio y luego nos comunica que va a hacer una clínica para tratar a los chicos con 400 camas... Es una tomadura de pelo», se explica el ya extécnico.

Ni siquiera el supuesto apoyo de una academia de futbolistas de origen catarí, que es lo que trae a Mohamed Owda a España hace «seis años» —según ha afirmado a la gente con la que trata en Salamanca—, sustenta los porqués del proyecto: «Asegura que maneja más de 200 futbolistas, pero lo que tiene es un catálogo de gente a la que no conoce», se explican otras fuentes consultadas por este diario.

«La realidad es que competir cada partido es un milagro. Quita y pone fichas, trata a los jugadores de una manera horrible... Su base es la de las amenazas, a los jugadores los tiene desquiciados y destrozados».

La únicas certezas hasta ahora en este City autóctono es que va por su tercer técnico —Mon ha cogido el relevo de Benito—, que el equipo no tiene seguro salir a competir este sábado contra el Kukuli, porque la plantilla se ha 'atrincherado', hasta el punto de «haber echado al presidente del grupo de WhatsApp». Que marcha penúltimo en la tabla, y que suma 2 triunfos, pero sólo suma 3 puntos tras haber perdido uno de ellos en los despachos por alineación indebida.

Jesús Benito: «Tenía ilusión, pero ha sido un calvario»

Jesús Benito ha sido la última víctima de Mohamed Owda y de «las mentiras» del Salamanca City : el técnico salmantino deja su puesto tras 7 choques, un «gran disgusto» y con 3 partidos de los 8 que ha llegado a acumular de sanción todavía por cumplir. «Mi familia ya me decía, pero cómo aguantas eso...».

«La verdad que el proyecto me ilusionó, más allá de las cosas que contaba que a todas luces podías intuir que no iban a ser. Lo cierto es que yo venía de pasar dos problemas de salud complicados y ahora que me encontraba con más fuerza, me llegó esta propuesta y me lancé a entrenar, porque es lo que me gusta, estaba muy ilusionado. Luego, lo que me he encontrado ha sido un verdadero calvario, seguí y aguanté por los chicos, pero era una crónica de una muerte anunciada. Ha sido un alivio», hace balance Jesús Benito.

Su paso breve por el conjunto de

Mohamed Owa

lo describe así: «Empezamos bien, me pidió ayuda para todo, jugadores, delegados, cuerpo técnico... todo lo que tiene el club de personal humano es porque yo se lo he proporcionado, salvo cuatro jugadores que impuso él. Según se va acercando el inicio de Liga empiezo a ver que no, y todo por miserias, sin delegado, sin preparador físico... y después ya sin entrenar por 15 euros de luz. Entrenamos en La Aldehuela y luego ya no... Y llegan los partidos y empezar a meterse con los jugadores, con las fichas: «Quita a ese» es su frase más recurrente; y «por tu culpa». Como empezamos ganando todo iba bien, hasta que me caen las sanciones, la primera por hacer como delegado, cosa que no era mi función, por un error suyo y así seguimos hasta el domingo, cuando llegó la gota que colmó el vaso: me dijo que me sentara, que no podíamos estar sin entrenador cinco partidos pese a estar sancionado, le dije que no, se montó un lío tremendo en el vestuario al descanso y supe que era mi final».

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