El partidazo de la jornada: un 'hat-trick' de Joel Benito vale un título

El CD Guijuelo llegó al Ángel Pérez Huerta con la presión de jugarse el título de la Tercera División cadete en la última jornada. Empatados a puntos con el segundo clasificado, el Ribert C, pero con el golaveraje ganador, los chacineros se medían con el Cristo Rey B, en un duelo en el que tan solo les valía ganar, ya que, un tropieza entregaba el título a su perseguidor.

Sin embargo, los muchachos de Juan José García y Antonio José González lo tuvieron muy claro desde el pitido inicial. En apenas tres minutos, los chacineros ya habían marcado el primero tras una presión alta e intensa en la salida de balón del Cristo Rey B, que acabó desembocando en un fallo de la defensa para que Alex Martín, y sin pensárselo dos veces, golpeará al palo largo un disparo seco y fuerte que fue inatajable para el guardameta local.

El cuadro chacinero no soltó el pie del acelerador, y un omnipotente Joel Benito certificó prácticamente el título liguero con una buena jugada colectiva que arrancó Miguel Martín desde atrás. Alex Martín se plantaba solo ante el meta local, y éste, con un gesto de compañerismo, le regalaba el gol a Joel Benito. No contento con ello, treinta segundos después, el Cristo Rey B cometió un error en un pase horizontal que aprovechó Joel Benito para plantarse delante del portero y batirlo a placer, consiguiendo el 0-3 en el luminoso y un doblete en su cuenta personal.

Tras el descanso, el Guijuelo, siendo conocedor del resultado de su perseguidor que ganaba de forma contundente, no bajó el ritmo, aunque permitió a los de casa celebrar las primeras llegadas peligrosas. Pero, el que no se relajó lo más mínimo fue Joel Benito, que buscaba su 'hat-trick' y lo terminó encontrando. El jugador del cuadro guijuelense sacaba a relucir su magia para zafarse de un rival a la perfección y definir sin ángulo al palo raso (0-4). El Cristo Rey B, con mucho orgullo y coraje, encontró el gol gracias a Sebastián Jesús Ortega, quién tampoco se lo pensó dos veces en la media luna del área para sacarse un derechazo potente que terminó perforando las redes visitantes.

El pitido final hizo estallar de júbilo a los jugadores del Guijuelo, que habían aguantado la presión de su perseguidor (Ribert C) semana tras semana para terminar certificando el título de la Tercera Cadete y el ascenso.