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Sábado, 21 de enero 2023, 10:42
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Jorge Recio sigue con determinación al timón del Perfumerías Avenida, pero más solo que nunca. En un par de meses ha visto cómo se marchaban, primero Carlos Méndez y ahora Roberto Íñiguez. Además de afectarle a nivel profesional, sendas marchan le han afectado enormemente en lo emocional, pero no le queda otra que mirar al futuro: “Esto irá en el cargo y tengo que asumirlo y ahora me toca marcar un nuevo rumbo, siendo optimista y teniendo ilusión”. Reconoce que está viviendo “la temporada más dura” de las más de veinte desde que llegó al club, pero tranquiliza a los aficionados ante las dudas de qué puede pasar si la situación sigue así o no se ganan títulos: “Ninguno de los hermanos -Recio- ponemos en duda que vayamos a seguir con el equipo de baloncesto”.
¿Cómo está el presidente del Perfumerías Avenida ahora que han pasado unos días de la segunda gran crisis de la temporada?
—Recuperándome del shock y con ganas de seguir. Intentando marcar un nuevo rumbo ahora que me toca afrontar de nuevo todo, con una apuesta nueva con el nuevo entrenador.
Es de dormir poco, ¿pero ha dormido todavía menos esos días?
—El fin de semana, cuando surgió todo, seguí durmiendo poco y sí que me atacó al estómago, algo que no me había pasado en la vida, y estuvo dos-tres días bastante fastidiado. Pero supongo que todo esto va en el cargo y tengo que asumirlo. En las dos mini salidas que había planeado estos meses me han dimitido Carlos Méndez y Roberto Íñiguez. Me da miedo la próxima vez que salga de Salamanca, aunque la próxima semana voy a viajar con el equipo a Bélgica.
¿Está siendo la temporada más complicada desde que llegó al Avenida hace más de dos décadas?
—Desde luego, y a todos los niveles. Desde el principio a nivel deportivo, con las lesiones y no poder engranar bien el ritmo, y luego con todos los acontecimientos que han pasado: la salida del gerente, Carlos Méndez, y ahora la de Roberto Íñiguez. Y más estando solo, pero no me queda otro que recomponerme y pensar. Intento ser colaborador con todos los componentes del staff y que me ayuden, pero la responsabilidad final es mía. Como he hecho toda la vida, estoy intentado estar en el día a día rodeado por los que saben más que yo.
Si le dicen al empezar en septiembre que en entero ya no iban a estar en el club Carlos Méndez y Roberto Íñiguez, ¿qué hubiera pensando?
—Que yo tampoco estaría, pero las circunstancias han venido así y hay que sobreponerse. Lo mejor es que con Carlos mantengo la amistad y hay que seguir. No puedo desfallecer ni perder la ilusión, porque tengo el apoyo económico de mis hermanos, pero al final todo el día a día lo llevo yo. Tengo que sobreponerme porque cuando hablamos del equipo de baloncesto ninguno ponemos en duda que vayamos a seguir. Tengo que ser optimista y tener ilusión.
Siempre habla de mirar al futuro. ¿Cómo lo ve Jorge Recio?
—Lo intento ver claro. Le tengo puesta ilusión para verlo bien y estoy echando todas las horas y todas las ganas que tengo en el cuerpo, estando más centrado en el equipo que en el trabajo. Pero esto es deporte y no vale solo con eso, son muchas pequeñas circunstancias y además están los rivales, que son muy potentes. La Liga Femenina cada vez está más complicada y no te digo nada la Euroliga.
Hablemos de lo deportivo. Desde fuera parece que hay jugadoras que están bloqueadas, con mucha más calidad de la que están mostrando.
—Es un tema de confianza, no sé si el equipo está desgastado. Tenemos que hacer que primero vuelvan a creer en ellas mismas y luego ya en el equipo. Esa es la labor fundamental de Pepe, que se ha encontrado a un equipo un poco bajo a nivel mental.
¿Esperaba más de alguna?
—No dudo de ninguna. Puede haber opiniones de que la plantilla es mejor o peor y sabemos que en cada asiento del pabellón hay un entrenador. Sabemos dónde podemos llegar con nuestras limitaciones y pienso que es un tema más mental que de calidad, porque la tienen y muchísima, pero les está costando. Ese estrés deportivo que llevan sufriendo desde el inicio se va acumulando con lesiones, dolores, cambios de entrenador y derrotas a las que no estamos acostumbrados. Hay que sobreponerse a eso y todavía estamos a tiempo. En Europa ya n lo tenemos fácil pero vamos a seguir peleando.
¿El cambio en el banquillo ayudará a que todo esté más calmado después de estos meses?
—Creo que sí y es lo que he buscado. Pepe Vázquez es un gran profesional y un gran entrenador, ya lo ha demostrado. Conocía la casa y es una gran persona, la que puede dar ese punto de calma y de reseteo a muchas jugadoras y con él lo tuve clara. Este tiempo desde que se fue he hablado mucho con él y cada vez que venía era una ilusión tremenda. Era un momento circunstancial a mitad de temporada, pero sabía que tenía la posibilidad de salir por una cláusula en su contrato, se lo preguntamos y dijo que sí, que se sentía preparado para el resto.
El Avenida está muy mal acostumbrado a ganar títulos cada año. ¿Qué pasaría si llega un año en blanco?
—Pasar, pasar... Tampoco pasa nada cuando los ganas. Lo que queremos es luchar por ellos y ganarlos. Todo el mundo es consciente de las circunstancias atípicas de esta temporada, en cambio el año pasado durante una parte solo teníamos ocho jugadoras y era un equipo. Esta vez si algo podía salirnos mal, nos ha pasado. Llega Jefferson y se lesiona... y todo lo demás. Me dolería no jugar esas finales, pero sabemos que están muy duras. Hablamos de una Liga Femenina en la que Zaragoza también se ha metido en la pomada, y tenemos a los siguientes equipos a solo dos victorias, cuando antes había más diferencia y prácticamente nos lo jugábamos en los cruces directos. Ahora las victorias se pagan muy caras y también pido comprensión. No sé si haremos una buena o mala temporada, vamos a esperar. Yo quiero ser optimista y pensar que hay tiempo suficiente para llegar bien posicionados y con el equipo muy mejorado a la Copa, y después a unos playoff de Liga que van a ser duros, si nos clasificamos...
Además de recuperar a las jugadoras actuales, ¿reforzará al equipo si hace falta?
—Cuando configuramos la plantilla muchos pensaron: ¿Pero no eran 12? No, este año 11, pero con la posibilidad durante la temporada de reforzarnos. Mi ofrecimiento estaba para Roberto y ahora para Pepe y el resto del staff y habrá que valorarlo. Si el equipo reconduce la situación y hay que apostar por las que están se hará, y si hay que reforzarlo lo intentaré con lo que haya en el mercado. Es muy fácil hacer una plantilla sobre un papel, pero las circunstancias cambian y la mayoría de buenas jugadoras están cogidas, a ver qué nos depara el mercado. Si las once jugadoras que están ahora se lo merecen también estaré de acuerdo, en temas deportivos no me gusta meterme porque los entrenadores y el staff son los que tienen grandes conocimientos, aunque después de tantos años un poco voy sabiendo. Mi predisposición y la de mis hermanos es, que si hace falta, volveremos a hacer un esfuerzo.
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