La ruta de leyenda que arranca en Castilla y León y esconde un tesoro oculto en su recorrido

Se trata de un compendio de naturaleza y abundante fauna animal con más de 300 millones de años de historia y parte de su encanto radica en la gran diversidad que tiene en sus paisajes, bosques y valles. Castilla y León cuenta con varias rutas de leyenda y una de ellas está en la provincia de León. Concretamente, entre la misma y Asturias.

En el interior de las montañas del Valle de Valdeón, los excursionistas que estén planeando hacer una escapada en este otoño podrán toparse con la ruta más popular del Parque Nacional de los Picos de Europa. Y es que más de 230.000 personas han recorrido sus pasajes de piedra y sus senderos. En el interior de este paraje tan increíble, está la ruta del Cares, que comienza en la parte norte de la provincia de León, concretamente en el pueblo de Posada de Valdeón. En esta pequeña aldea de montaña, está el destino perfecto para coger fuerzas pese a que animarse con esta caminata lleve más de seis horas.

En esta localidad, es posible visitar la Iglesia de Santa Eulalia, que data del año 1098. En su interior, se resguardan un fresco del siglo XVI y una pila bautismal románica del siglo XII. Una vez nos adentramos en el valle, atravesando el sendero que discurre en paralelo a las montañas, llegamos al Mirador del Tombo.

Apenas a un kilómetro del pueblo de Cordiñanes, una de las paradas obligatorias para todos los senderistas es el majestuoso rebeco de bronce, que vigila el paso entre las montañas. Y es que, desde su privilegiada posición, se aprecia una vista excepcional del Valle de Valdeón: el Macizo Central de Picos de Europa.

La ruta continúa junto al transcurso del río Cares. Entre las montañas de cumbres nubosas, es posible vislumbrar las formaciones rocosas con millones de años de historia que se entrelazan y forman picos que durante esta temporada del año se cubren de blanco. Sin duda, se trata de toda una delicia para aquellos que buscan una escapada única en un ambiente natural de montaña como ningún otro.

Pero, sin duda, el tesoro oculto del valle es la Ermita de Corona. Localizada a medio camino entre las localidades de Cordiñanes y Caín, cuenta la leyenda que, en este lugar, fue coronado el Rey Pelayo. Esta historia, sin embargo, tiene una parte real, ya que, en el año 722, tuvo lugar la batalla de Covadonga y este enclave montañoso se convierte en el último reducto de la cristiandad en la península.

Otra de las leyendas del lugar afirma que, en el 1580, el valle padecía una sequía terrible. De hecho, los habitantes de la zona rogaron a la virgen por la ansiada lluvia que concedería el ocho de septiembre. Esta leyenda originó una tradición, la cual consiste en sacar de procesión a la Virgen de Corona en el último domingo del mes de agosto para trasladarla a una de las dos parroquias del concejo.

Tengan algo de razón estas leyendas o no, lo que no se puede discutir es la belleza del Valle de Valdeón y la impresionante Ruta del Cares que lo atraviesa en dirección Asturias o León, dependiendo del punto de partida. Es una excelente elección para una escapada de fin de semana inolvidable.

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