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La Gaceta
Martes, 10 de septiembre 2024, 11:10
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El desfiladero de la Yecla, ubicado en la provincia de Burgos, es una de las maravillas naturales más impresionantes de la región. Este paso estrecho y profundo, tallado por las aguas del arroyo El Cauce a lo largo de milenios, ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la aventura. A pocos kilómetros de uno de los pueblos más pintorescos de Castilla y León, Santo Domingo de Silos, el desfiladero combina paisajes impresionantes con historia, ofreciendo al visitante un entorno de gran belleza natural.
Santo Domingo de Silos, con menos de 300 habitantes, es un lugar de referencia para los viajeros que buscan un rincón tranquilo y lleno de historia. Su famoso monasterio benedictino, con su magnífico claustro románico, atrae a turistas y peregrinos de todo el mundo, siendo un lugar de paz y contemplación. La cercanía entre Silos y el desfiladero permite combinar la experiencia cultural y religiosa con la exploración de un espacio natural espectacular.
Para aquellos que deseen disfrutar de la naturaleza y el patrimonio de la zona, una ruta senderista que conecte Santo Domingo de Silos con el desfiladero de la Yecla es ideal. La caminata puede comenzar en el propio pueblo, recorriendo las tranquilas calles empedradas y pasando por el Monasterio de Silos, famoso por sus cantos gregorianos. Desde aquí, el sendero lleva hacia el desfiladero, con un recorrido de aproximadamente 7 kilómetros (ida y vuelta), apto para la mayoría de los excursionistas.
A lo largo de la ruta, los caminantes pueden disfrutar de vistas panorámicas de la meseta castellana, con sus suaves colinas y campos abiertos, mientras avanzan hacia el desfiladero. Al llegar a la entrada de la Yecla, se encontrarán con pasarelas metálicas que permiten atravesar el estrecho cañón, donde las paredes de roca parecen tocarse en algunos puntos. A medida que se adentran en el desfiladero, los visitantes escucharán el eco del arroyo, que fluye por debajo de los puentes y crea pequeñas cascadas, añadiendo un toque mágico al lugar.
El rodaje de «El Bueno, el Feo y el Malo» en el Desfiladero de La Yecla es uno de los elementos icónicos de esta película, parte de la famosa «Trilogía del Dólar» de Sergio Leone. La película fue filmada en 1966 y es considerada una obra maestra del cine western. Aunque gran parte del rodaje se realizó en localizaciones del desierto de Tabernas, en Almería, y otros lugares de España e Italia, el Desfiladero de La Yecla, situado en Burgos, también fue elegido como escenario para una de las escenas.
La escena que se rodó en La Yecla es la famosa secuencia del cementerio de Sad Hill, donde tiene lugar el duelo final entre los tres protagonistas (Clint Eastwood, Lee Van Cleef y Eli Wallach). Aunque el cementerio en sí se construyó en la cercana localidad de Santo Domingo de Silos, el desfiladero proporcionó una impresionante ubicación natural para los acercamientos y las escenas previas.
El Desfiladero de La Yecla es un cañón muy estrecho y espectacular, con altas paredes rocosas que se elevan a ambos lados. Su belleza natural y su atmósfera dramática lo convirtieron en un escenario ideal para la tensión del clímax de la película. La elección de rodar en estos paisajes españoles es un ejemplo de cómo Leone combinaba localizaciones de Europa para recrear el ambiente del lejano oeste estadounidense.
Además, la región de Burgos no sólo contribuyó a la película en términos de paisaje, sino también como un entorno histórico que sigue atrayendo a los fanáticos del cine que buscan visitar los lugares donde se rodaron algunas de las escenas más memorables de esta obra cinematográfica. El cementerio de Sad Hill, de hecho, ha sido restaurado por aficionados y hoy en día es un lugar de peregrinación para los amantes del western y del cine en general.
El desfiladero de la Yecla está bien señalizado y es de fácil acceso desde Santo Domingo de Silos. Se puede llegar en coche hasta un aparcamiento cercano al inicio del desfiladero, o bien optar por la mencionada ruta a pie. Además, la zona cuenta con otros puntos de interés, como el Monasterio de Silos, el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón y la cercana villa medieval de Covarrubias, lo que convierte a esta región en un destino perfecto para los amantes del turismo rural y la naturaleza.
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