El recóndito pueblo de Castilla y León en el que María Pombo tiene la 'casa de sus sueños'

María Pombo, una de las influencers más populares de España, no solo ha conseguido una gran fama en el mundo digital, sino que también ha ido formando un patrimonio inmobiliario muy notable. Y es que, además de la casa que tiene en Madrid —ubicada en una de las urbanizaciones más exclusivas de la capital— y de la «casa de sueños» que, hace relativamente poco, construyó en Cantabria junto a su marido, Pablo Castellanos, tiene otra propiedad en Castilla y León. Concretamente, la joven creadora de contenido madrileña hace muy frecuentemente viajes hasta el pequeño pueblo segoviano de Adrados.

Este municipio diminuto, con apenas 120 habitantes, situado al norte de Segovia, dentro de la comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, está a menos de dos horas de Madrid, lo cual hace que, para la familia Pombo, sea un destino ideal para escapadas de fin de semana o veranos tranquilos. La paz y la tranquilidad de este entorno rural lo convierten en el lugar perfecto para que María y su familia puedan desconectar del bullicio de la ciudad.

Pero la relación de la familia Pombo con Adrados viene de tiempo atrás. Fue la familia de Álvaro López-Huerta, marido de la hermana de María, Lucía Pombo, la que empezó a veranear en este pueblo. Desde entonces, Adrados se ha convertido en un sitio especial para toda la familia. No solo es una simple «casa de campo» para descansar, sino que ha sido el escenario de momentos muy importantes, como la preboda de Lucía y Álvaro o la fiesta en la que María reveló el sexo de su segundo hijo. Además, María suele usar los paisajes y rincones de Adrados como fondo para muchas de sus publicaciones, mostrando así una parte más natural y auténtica de su vida.

Y es que Adrados no es tan solo un refugio para la joven influencer. También es un lugar con mucha historia y encanto. Sobre su historia, se sabe que, tradicionalmente, el pueblo tuvo una economía agrícola basada en cultivos como trigo, cebada, centeno, patatas y legumbres y que fue famoso por sus vinos, aunque, en la actualidad, quedan pocos viñedos. Entre sus tesoros patrimoniales, destacan la iglesia parroquial de Natividad de Nuestra Señora, las ruinas de la ermita de San Benito —de la que solo se conservan algunas bóvedas—, la ermita de San Roque, y dos antiguos lavaderos llamados Prado Moyales y Los Chorretones. Además, llaman la atención la olma centenaria, un árbol emblemático y La Cilla, una construcción antigua que, a día de hoy, funciona como salón de baile y punto de encuentro para los vecinos.

Esto demuestra que, aunque María Pombo lleva un estilo de vida muy activo entre grandes ciudades, Adrados se ha convertido en su pequeño oasis en Castilla y León, un lugar donde la tranquilidad, la historia y la naturaleza le permiten recargar energías junto a su familia. Gracias a ella, este encantador pueblo segoviano está ganando más reconocimiento y se está posicionando como una opción para quienes buscan un plan diferente, lejos del ruido.