El pueblo desaparecido que separa Zamora y Salamanca abre un cementerio para sus antiguos vecinos

Ahora ya solo queda preguntar en el bar del pueblo de al lado por las historias de la localidad de Argusino que fue abandonada y posteriormente inundada para la construcción de la presa de Almendra en 1967, el embalse de mayor capacidad de la Cuenca Hidrográfica del Duero. Son muchos los recuerdos que se pueden tener de este pueblo y documentos gráficos que representan toda la cultura del pueblo, aunque actualmente, son pocas las tradiciones que se mantienen gracias a la asociación cultural 'Argusino Vive', fundada a modo de no olvidar nunca lo que significó el municipio para zamoranos y salmantinos.

Los vecinos del pueblo disponen ahora de un columbario donde guardar las urnas de las incineraciones en las orillas del pantano, en las proximidades de lo que sería la zona urbana. Este fin de semana se han trasladado las cenizas de los primeros seis 'argusinos' del pueblo que lo ocupan. En el caso de Argusino el pueblo no fue trasladado a ningún otro sitio, los vecinos iniciaron una 'diáspora' hacia otras poblaciones de la comarca de Sayago. A modo de no olvidar nunca la esencia de este pueblo, se mantiene una romería que celebran cada año el primer domingo de mayo al pie del embalse, donde han construido una ermita y donde desde este año también disponen de un cementerio con 35 nichos.

Que los habitantes del Argusino del pasado cuenten con un columbario y con una Romería en la que reavivar la llama que un día se apagó con el agua de la presa, es uno de los principales objetivos de la asociación cultural 'Argusino Vive' ya que buscan mantener la existencia de ese lugar que un día fue hogar.

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