El pueblo de Castilla y León que presume de tener unos jacuzzis naturales inigualables

Castilla y León resulta ser una opción incomparable e inigualable para todos aquellos que estén en busca de un lugar en el que desconectar y disfrutar de paisajes verdaderamente únicos. Y es que gran parte de sus pueblos se han convertido en grandes reclamos turísticos al ser lugares en los que alejarse del bullicio y reconectar con la tranquilidad más absoluta está más que garantizado.

De entre todos ellos, es imposible no recalar en la provincia de Ávila, donde existen varios parajes repletos de robles, castaños y 'jacuzzis' naturales que se han ido formando por la erosión del agua sobre el granito que atesora la región.

Para todos aquellos que buscan un lugar donde el tiempo se detenga y la naturaleza proporcione paisajes únicos, esta localidad es un escenario único y que y la desconexión total. Un rincón exclusivo y poco conocido, ideal para quienes buscan alejarse del bullicio y reconectar con la tranquilidad más auténtica. Estas piscinas naturales de las que hablamos, conocidas como los Pozos de Felipe, están a las afueras de un pueblo que combina a la perfección naturaleza y patrimonio, arquitectura tradicional y huellas medievales que aún se conservan en un estado envidiable.

En Mombeltrán, situado al sur de la majestuosa Sierra de Gredos, nos topamos con estas pozas naturales que contrastan con todo lo histórico que también 'guarda' este paraje y entre el que figura el castillo de los Duques de Alburquerque. Construido en el siglo XV con sillería de granito, su estructura cuadrada y sus torres redondas atrapan por ser uno de los mejores conservados de todo el sur de Castilla y León.

Y es que pasear por las calles empedradas de Mombeltrán es sumergirse en un entorno donde la piedra y la tradición se mantienen vivas en casas de estilo castellano. Entre ellas, son muchos los turistas que destacan la iglesia de San Juan Bautista, con su elegante mezcla de estilos gótico y renacentista, y la ermita de Nuestra Señora de la Soledad, que aporta un aire de espiritualidad y calma a este escenario.

Declarado Bien de Interés Cultural (BIC), un reconocimiento que protege y valora su legado histórico y arquitectónico, Mombeltrán no es solo un destino para los amantes del patrimonio, sino también un refugio para quienes buscan experiencias auténticas en plena naturaleza. Los Pozos de Felipe, con sus jacuzzis naturales, ofrecen ese espacio exclusivo donde el agua y la roca se unen para crear un lugar perfecto para relajarse.