Secciones
Destacamos
J. F. R.
Viernes, 4 de octubre 2024, 16:35
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Generalmente, cuando se habla de recursos petrolíferos, se tiende a pensar en los Emiratos Árabes y sus millonarios jeques que se benefician de su explotación, o, yéndonos a territorios también desérticos, pero mucho más fríos, en Alaska, Noruega o Rusia.
Sin embargo, asociar a España con la fiebre del petróleo es algo poco común y, en la mayoría de los casos, sería para recordar aquel momento, allá por 2014, en el que las Islas Canarias parecían que se iban a convertir en el nuevo Abu Dabi, con la oposición clara de los ecologistas.
Finalmente, la bolsa de petróleo que se encuentra próxima a la isla de La Graciosa no parecía ser lo suficientemente grande como para despertar el interés de los capitalistas, al contrario de lo que pasó en Ayoluengo, Burgos, el primer recurso petrolífero del país, cuya extracción comenzó en 1964 y ha llegado a tener una producción de 33.000 toneladas anuales.
A pesar de que la licitación para su explotación llegó a su fin en 2018, su historia no termina ahí, puesto que, desde el 11 de marzo de 2022, el complejo de Ayoluengo fue declarado Bien de Interés Cultural. Además, unos años antes, en marzo de 2015, se abrió en Sargentes de Lora el denominado Museo del Petróleo, que conmemora el 50 aniversario del descubrimiento de este yacimiento en 2014.
Este yacimiento fue no solo el primero, sino también el único terrestre, ya que el resto se encuentran en alta mar. El más grande de ellos, y el último en cerrarse, fue el de Casablanca, frente a la costa tarraconense, lo que dejó a España sin explotaciones activas de oro negro en 2021.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.