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La Gaceta
Lunes, 9 de septiembre 2024, 17:36
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Escondido en el corazón del Parque Natural de Saja-Besaya, se encuentra una localidad que podría ser conocida como la joya cántabra. Un encantador y diminuto pueblo que ha resistido el paso del tiempo. Rodeado por montañas imponentes y extensos bosques, este pequeño rincón parece haber quedado suspendido en una época pasada, ofreciendo una experiencia única de inmersión en la naturaleza, la historia y la tradición.
Ubicado a 495 metros sobre el nivel del mar, Bárcena Mayor es el único pueblo habitado en el interior del Parque Natural de Saja-Besaya, lo que le otorga un entorno inigualable para los amantes de la naturaleza. Este parque, con más de 24.000 hectáreas de extensión, es un espacio protegido que cuenta con una biodiversidad extraordinaria. Desde frondosos bosques de robles y hayas hasta verdes praderas que se extienden a lo largo del río Argoza, el paisaje parece sacado de una postal.
La revista 'Viajes National Geographic' no ha querido pasar por alto la experiencia de visitar esta localidad visitar en septiembre. Huir del veranillo de San Miguel que siempre acontece el mes de septiembre es patrimonio de quienes prefieren disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza y sin pasar calor, por ello, esta revista lo ha señalado como la mejor opción para viajar durante este mes.
El río Argoza, que nace en las cercanías, cruza el pueblo con su frescura inquebrantable. Este pequeño río de aguas cristalinas es un afluente del río Saja, y sus tranquilas corrientes han acompañado la vida de los barceniegos durante siglos. A lo largo de su cauce, aletea la famosa trucha autóctona de la zona.
El entorno de Bárcena Mayor es ideal para practicar senderismo, ciclismo de montaña, y otras actividades al aire libre. Las rutas hacia los Puertos de Sejos o el Monte Saja permiten disfrutar de vistas espectaculares y la oportunidad de avistar fauna local como ciervos, corzos y jabalíes, e incluso el lobo ibérico en sus áreas más recónditas. Durante los meses de otoño, el espectáculo de la berrea, el canto de los ciervos en época de apareamiento, atrae a muchos visitantes ávidos de una experiencia natural única.
Fundado en el siglo IX, Bárcena Mayor es uno de los pueblos más antiguos de Cantabria. Su historia está íntimamente ligada a la vida de los cántabros montañeses, quienes desde tiempos inmemoriales se han dedicado a la agricultura, la ganadería y el aprovechamiento sostenible de los recursos del entorno. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1979, este pueblo es un testimonio vivo de las formas de vida tradicionales de la región.
La disposición de sus calles empedradas, estrechas y serpenteantes, es característica de los pueblos medievales. Pasear por ellas es como retroceder en el tiempo, con sus casas de piedra de mampostería y vigas de madera.
Las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, en el mes de julio, son uno de los eventos más esperados del año. Durante estos días, el pueblo se llena de música, danzas tradicionales y desfiles que celebran tanto la fe religiosa como la vida comunitaria. Los vecinos y visitantes se visten con trajes regionales, mostrando con orgullo su herencia cultural. Otra festividad relevante es la fiesta de la caza, en otoño, cuando los cazadores se reúnen para rendir homenaje a esta actividad, que ha sido parte integral de la identidad de la comarca.
Visitar Bárcena Mayor es adentrarse en un remanso de paz y serenidad. Este pequeño pueblo no es solo un lugar turístico, sino un refugio donde el visitante puede desconectar del ajetreo de la vida moderna y sumergirse en la calma de la naturaleza. Aquí, el tiempo parece detenerse, permitiendo disfrutar de cada momento, ya sea contemplando el río Argoza, paseando por los bosques circundantes o deleitándose con los sabores de la cocina tradicional.
La ausencia de grandes infraestructuras turísticas es parte de su encanto; quienes llegan hasta aquí lo hacen buscando autenticidad. Bárcena Mayor invita a sus visitantes a relajarse, a dejarse llevar por el ritmo pausado de la vida rural y a redescubrir el valor de lo simple y lo genuino.
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