El histórico rincón de Castilla y León donde se casará la hija de Antonio Banderas
Stella del Carmen Banderas se dará el «sí, quiero» el 18 de octubre con Alex Gruszynski en un monasterio románico del siglo XII ubicado en plena Ribera del Duero
Miércoles, 8 de octubre 2025, 12:03
A orillas del río Duero, entre los viñedos dorados de Sardón de Duero y Quintanilla de Onésimo, en Valladolid, se alza uno de los lugares más elegantes y singulares de España, el cual acogerá el enlace de Stella del Carmen Banderas Griffith, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, con su prometido, Alex Gruszynski.
El 18 de octubre, este monasterio de alma románica volverá a ser testigo de un acto sagrado, aunque esta vez el ritual no será religioso, sino amoroso: el «sí, quiero» de una pareja que ha elegido este enclave por su belleza, su privacidad y su historia. Para la ocasión, el lugar ha cerrado todas sus reservas del 16 al 19 de octubre, convirtiéndose en un santuario de discreción y elegancia donde se espera la llegada de unos 250 invitados, entre ellos familiares, amigos íntimos y rostros conocidos del cine internacional.
Un tesoro románico con alma contemporánea
Fundada en el año 1146, la antigua Abadía de Santa María de Retuerta fue uno de los tres monasterios levantados durante la repoblación de la comarca por el conde Sancho García. Su arquitectura responde a los cánones del románico tardío cisterciense, sobrio y espiritual, con espacios concebidos para el silencio y la contemplación.
Durante siglos, su historia se tejió entre rezos, labores agrícolas y el cuidado de los viñedos que lo rodean. Ya en el año 1931, fue declarada Bien de Interés Cultural y, tras una restauración ejemplar que respetó su esencia, reabrió en el año 2012 como un hotel de cinco estrellas.
Con 30 habitaciones y tres suites que combinan muros centenarios con un diseño contemporáneo, materiales nobles y una luz natural que lo 'inunda' todo, fue reconocido en el año 2016 en Fitur como el Mejor Hotel de España.
Entre viñedos y silencio
La abadía se integra en una finca vitivinícola de 700 hectáreas, donde el arte del vino se cultiva con la misma paciencia que antaño. Aunque no pertenece a la Denominación de Origen Ribera del Duero, su bodega es una de las más respetadas del país y sus vinos, premiados internacionalmente, reflejan la esencia del terroir castellano.