García-Gallardo, vicepresidente de la Junta, se reafirma: “Las autonomías son un lujo que no nos podemos permitir”

“Los hechos son tozudos, cada vez más personas creen que las autonomías son un lujo que no nos podemos permitir”, ha aseverado el vicepresidente en su comparecencia este lunes en la Comisión de Presidencia de las Cortes donde ha presentado su programa para esta Legislatura.

Tras apelar a la Constitución Española de 1978 que, según ha recordado, Vox defiende “con firmeza y responsabilidad”, Gargía-Gallardo ha reiterado que los de Santiago Abascal no renuncian a revisar la organización territorial del Estado mediante el procedimiento previsto en la propia Constitución, si bien ha reconocido que aún no cuentan con la “mayoría suficiente” que se necesita para modificar la norma básica de convivencia.

Hasta entonces, ha argumentado, Vox gobernará en las regiones y en las instituciones con su objetivo de impulsar las políticas que estén acordes con sus valores y compromisos. “Vox no quiere construir nuevas naciones, ni inventarse nacionalidades”, ha explicado García-Gallardo que ha abogado por llamar a las cosas por su nombre desde el convencimiento de que las nacionalidades son “un eufemismo para ocultar o sedar el independentismo disfrazado desde hace 44 años”.

“Un independentismo --ha continuado en su alocución-- fomentado por los sucesivos gobiernos centrales, por acción y por omisión; pensando, quizás, que esos afanes separatistas se podían contener con dinero y con

transferencias. Un engaño para todos, una estafa para España. La ruina para los españoles”, ha sentenciado el vicepresidente para quien el estado de las autonomías ha derivado en un “proceso de desintegración progresiva del propio Estado” que, según ha criticado, “ningún gobierno ha querido o sabido contener”.

García-Gallardo ha situado el estado de las autonomías como “la fuente de desigualdades y de enfrentamiento entre españoles” que, en su opinión, merman las capacidades de progreso de la nación. “La tergiversación de la historia, el adoctrinamiento separatista en las aulas y, sobre todo, el arresto domiciliario de la lengua común, en buena parte del territorio, son exponentes de todo ello”, ha explicado a modo de ejemplo.

Dicho esto, ha afirmado que a él le gusta España y se ha mostrado “ orgulloso” de pertenecer a una nación centenaria y con una historia extraordinaria y que ha contribuido “como ninguna a la expansión de los valores de la civilización occidental: el cristianismo, la filosofía griega y el derecho romano”, y a la creación y difusión del Derecho Internacional y el fomento del intercambio de ideas, ciencia, cultura y comercio por todo el mundo.

Por estas razones, ha explicado, es partidario “de evoluciones y no de revoluciones”. “Queremos revisar la Constitución, pero jamás erradicarla ni minarla de espaldas al pueblo soberano desde dentro de las instituciones, como siguen intentando los socios del gobierno

central”, ha continuado el vicepresidente de la Junta en su presentación del programa con alusiones al partido al que pertenece.

“En definitiva, queremos reformar la casa y no demolerla, para consolidar lo mucho que tiene de bueno, como garante contrastada de nuestra convivencia”, ha concluido García-Gallardo que ha puesto como ejemplo la necesidad de que exista una EBAU única en todo el territorio nacional o una única historia clínica de los pacientes.