Subasta de escándalo: algo pasa con el vacuno
Que ahora no es la puja de un animal destacado y después el vacío. Que se vende casi todo
Lo que se vivió este lunes en la subasta nacional de ganado vacuno, en Salamanca, fue lo que viene a ser una barbaridad. Que de 95 ejemplares, toros en su mayoría pero también vacas, algo así como 28 se adjudiquen por 6.000 euros o más, es algo nunca visto aquí. Que de los toros, seis se vendieran por encima de los 10.000, es algo que no se esperaba ni en el mejor de los sueños. Que hubiera tan pocos animales desiertos, que un avileño alcanzara los 7.000, que el limusín más barato estuviera en 5.600, lo del charolés...
Algo pasa con el vacuno. Y viene a ser que está carísimo. Que si ya lo estaba, esta semana de septiembre aún más porque la oferta crece a cuentagotas pero la demanda está desbordada. Se consume ahora más carne de vacuno a nivel nacional y más ahora con la vuelta de las vacaciones. Además, buscan carne de España desde otros países de Europa porque, a pesar de estar cara la carne aquí, resulta que está más barata que en la gran mayoría de lugares de allá. Y resulta que, a todo esto, también han vuelto a comprar vacuno en España países como Líbano o Marruecos, que se habían tomado un descanso. Y en esto, que llega la subasta de Salamanca y en esto, queque no es que se vendiera y bien, es que numerosos ganaderos iban a comprar y no pudieron. Que se fueron de vacío. Y lo sabían antes de entrar, que iba a estar carísimo. Que estaba imposible. Que murieron muchas vacas cuando la enfermedad hemorrágica epizoótica y se matan muchas cada año por el programa de erradicación de tuberculosis y esta ganadería es de crecimiento lento. Y ocurre aquí y en Portugal, donde también los ganaderos viven algo parecido. Que ahora no se puede decir me voy a Portugal y ya está.
Fue una barbaridad de subasta porque llega en el momento de la carne de vacuno más cara de la historia; porque se celebra a la vuelta de las vacaciones; porque es ahora cuando los ganaderos necesitan toros para cubrir vacas; porque hay dinero en la ganadería después de un año magnífico en precios y con menos costes de producción. Que no saben qué pasará en un futuro, pero ya han asumido que ya se verá.
Fue una subasta tan bárbara, como triste la de 2023. Cuando la de la EHE. Cuando los ganaderos no querían comprar animales por miedo a perderlos si entraba la enfermedad hemorrágica epizoótica. Que hoy habla la Diputación de una puja de 470.000 euros y entonces, de 265.000. Que ahora no es una subasta de un animal destacado y detrás, el vacío, como otros años. Que lo que pasa con el vacuno es que la demanda es tan alta, la escasez de animales en las explotaciones tan grande, y la recuperación de la cabaña ganadera de vacuno, tan lenta, que estamos en un mercado loco. Y lo que dure. Con una barbaridad de subasta. Que era realmente lo esperado.