Llamamiento a las ayudas urgentes: «Donde se ha quemado, los ganaderos no tienen nada para las vacas»
José Andrés Gil es de los que ha tenido la suerte de salvar los puestos en la zona de Puertas-Cerezal
La vida intenta seguir en una de las «zonas cero» del incendio declarado desde Cipérez. En una finca entre Puertas y Cerezal de Puertas, como si fuera un día normal, da cada mañana de comer al ganado José Andrés Gil, junto a Álvaro y a Vanesa. Sus vacas están casi en una isla entre tierra quemada y tienen pastos para, al menos, entretenerse en esta época del año, aunque él lleva cada día el refuerzo del pienso.
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Su rutina no la ha cambiado el fuego porque se les quemó «poco». «Donde se les ha quemado, ahora mismo no tienen nada», advierte, en relación a la falta de pastos y a posibles ayudas a estos afectados. «El fuego atravesó Gomeciego, Becerril, España, se metió en Cerezal... Ha sido muy rápido por el viento y había pocos medios porque estaban en otras zonas», explica.
No son los únicos afectados. En Cerezal de Puertas, uno de los municipios más afectados, con varias casas quemadas, y sólo unos 60 vecinos, Luis Vicente de 82 años asegura que «nunca había visto nada igual». Recuerda que se quemó al ir a la nave al ver que podía arder y entonces saltó una chispa y comenzó el fuego.
Luis Vicente explica que su familia ha perdido un millón de kilos de forraje «que era además extraordinario», y de paja, además de las naves. «Hubo un momento en el que nos vinimos hacia casa porque no sabíamos dónde atender porque había fuego por todos los sitios y no aparecía nadie. Sólo gente de los pueblos, para ayudar».
La vigilancia no para en la zona de Cipérez, Peralejos de Arriba, El Villar, Espadaña... Los ganaderos siguen con turnos por miedo a que reactive el fuego, como justo ocurrió en Cipérez. Jesús María Hernández, por ejemplo, recuerda el inicio, el viernes al mediodía y en el mismo punto en el que «martes o miércoles se habían quemado 500 hectáreas por un rayo». Él llamó dos veces al 112 para comunicarlo. Recuerda que media hora después de la segunda llamada llegaron los bomberos. «Habíamos salido ya todos los del pueblo a apagarlo y los de alrededor y hasta vinieron desde cerca de Salamanca con tractores para ayudar. Pero en dos horas y media arrasó 10 kilómetros. Se fue de las manos», dice.
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Cabe recordar que asocaciones como '19 de Abril' han pedido a las administraciones «altura de miras» y unidad de acción para evitar que situaciones como esta se repitan. Exigen cambios en la normativa que, a su juicio, dificulta el mantenimiento del campo: desde los desbroces y el aprovechamiento del ganado para controlar la vegetación, hasta la retirada de matorrales.
Otras como ASAJA, UPA y COAG se han unido tras los incendios declarados en la provincia y en colaboración con los alcaldes de las localidades afectadas han convocado a todos los damnificados por los recientes incendios forestales en esta provincia a un encuentro informativo y de coordinación este miércoles.
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