La guerra en Ucrania dispara la siembra del girasol en Salamanca

De ocupar una superficie de “sólo” 15.972,22 hectáreas la pasada campaña y ser el quinto cultivo elegido por los agricultores después del maíz, se ha disparado ahora hasta las 24.996,39 hectáreas y por dos motivos principalmente: la posibilidad excepcional de siembra de barbechos y que se trata de un cultivo con menores costes de producción que otros, como el maíz, y también con menos necesidad de agua.

En el momento de su siembra los agricultores temían la escasez de agua, el coste de la luz en el regadío y al ser Ucrania uno de los mayores productores de girasol se adivinaba una mayor demanda que otros años. Ya la pasada campaña el precio del girasol había estado fuerte, con el máximo histórico en noviembre en la Lonja de Salamanca, cuando cotizó a 556 euros la tonelada. Además, la Unión Europea no autorizó la posibilidad de siembra de barbechos hasta el pasado marzo, lo que dejaba a los agricultores con pocas alternativas de siembra, salvo la del girasol. No fue hasta el 30 de marzo cuando el Gobierno publicó en el Boletín Oficial del Estado la normativa nacional de la PAC que permitía a España acogerse a esta opción autorizada por la Comisión Europea para aumentar la producción agraria. La Comisión Europea no había publicado hasta el 25 de marzo la Decisión de Ejecución (UIE) 2022/484 que lo hacía posible.

El cultivo que ha quedado desplazado por los agricultores, a diferencia de lo que ha ocurrido con el girasol, ha sido el maíz. Ha sorprendido porque acabó 2021 con precios muy elevados en la Lonja Agropecuaria de Salamanca, de hasta 280 euros la tonelada el pasado diciembre, lo que era un récord, pero es que ha comenzado 2022 y su precio en Lonja llegó a los 400 el pasado 14 de marzo. Ahora su precio, a la espera de lo que ocurra mañana, es de 378 euros la tonelada y, aún así, a pesar de estos precios que los agricultores nunca habían visto para este producto, ha bajado este año su siembra tanto en secano, como en regadío -aunque eso no quita que en este tipo de explotación siga siendo el cultivo estrella-.

Si la razón para sembrar girasol estaba en los costes más bajos de producción la situación contraria del maíz, parece ser el motivo que ha llevado a los agricultores a disminuir este año su siembra.

Trigo, cebada y avena siguen siendo los cultivos “estrellas” en Salamanca, pero ninguno de ellos en regadío aunque este año se ha registrado en este tipo de explotación una subida en la superficie dedicada al trigo. El que Salamanca sea una provincia en la que predomina el secano hace intocables a este tipo de cultivos aunque ha entrado con fuerza la colza, de la que este año se han sembrado en Salamanca 5.431,62 hectáreas -3.951,156 en secano y 2.460,07 en regadío-. El aumento es muy importante teniendo en cuenta que en 2018 se sembraron 2.203,13 hectáreas y en 2019, 2.398,35.