La desesperación de los apicultores: “No hemos conocido otro año igual de malo”
Sin producción en las colmenas por la sequía y las altas temperaturas | Extremadura y Andalucía, arrasadas, y en Salamanca ven como solución que llueva ya
Si 2022 fue un año malo para los apicultores -con escasas ventas de miel y la subida de los costes de producción- y 2023 comenzó con manifestación en Salamanca y en marzo en Madrid por la supervivencia de la apicultura, ahora el sector recibe un nuevo golpe por la sequía.
Si en la manifestación nacional los apicultores reclamaban ayudas, como el descuento de los 20 céntimos por litro de gasóleo o rechazaban las importaciones de miel a bajo precio o la obligación de tener veterinario de explotación, ahora son las altas temperaturas y la falta de lluvias las que golpean la rentabilidad del sector. Los apicultores trashumantes advierten de que Extremadura y Andalucía están “arrasadas” y que Salamanca se recuperaría pero solo si hay precipitaciones en los próximos días.
“No he conocido otro año igual”, señaló Santiago Canete, apicultor y presidente de la cooperativa “Reina Kilama”. Y es de la misma opinión Castor Fernández, presidente de la Asociación de Apicultores de Salamanca y representante de este sector en la organización agraria ASAJA. “Estamos muy mal con estas temperaturas porque las abejas ahora mismo no hacen miel ni polen”, indicó. La falta de alimento para las abejas en Extremadura y Andalucía hace que los apicultores adelanten la subida de colmenas y confíen en la campaña del norte para salvar el año al menos de mieles tardías. “El campo está pasado y la hierba, seca”, se lamenta Santiago Canete.
A esto se unen que ahora sí se vende al menos parte de la miel que quedó de la campaña pasada -se vivió un parón de comercialización por la entrada de mieles más baratas en España- pero es a un precio bajo, inferior a los costes de producción. Las ventas se cierran a unos 3 euros el kilo, los apicultores venden para no quedarse con ella y el temor es que los compradores solucionen la campaña, ante un año pobre como el que se espera en producción, con estos acuerdos de última hora.
La buena noticia para los apicultores está en la ayuda que recibirán ahora por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como compensación por la subida del gasóleo. Aunque los apicultores consideran que 5 millones de euros es una ayuda insuficiente, la agradecen en estos momentos de crisis. El importe de la subvención, dirigida a apicultores trashumantes profesionales, será de 750 euros por explotación en el caso de aquellas que tengan entre 150 y 450 colmenas (2.840 explotaciones, según los cálculos de ASAJA); de 1.500 para los de entre 451 y 1.000 colmenas (1.636 explotaciones); y de 2.000 euros para aquellos con más de 1.000 colmenas, que son 220 en España.
