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La semana estará marcada por temperaturas gélidas y cielos cubiertos en la provincia. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé mínimas que descenderán hasta los -6 ºC el sábado en la comarca de Peñaranda. Aunque la nubosidad será predominante, no se descarta que las lluvias hagan su aparición a partir del viernes.
Las recientes precipitaciones han elevado notablemente el nivel de los embalses. Santa Teresa, al 80 % de su capacidad, se ha visto obligada a abrir compuertas tras alcanzar el límite permitido, mientras que el embalse de Almendra roza ya el 70 %.
Según el Zaragozano, los vientos moderarán su fuerza y la borrasca cederá, mejorando el ambiente aunque sin dejar humedad. Sin embargo, con el cambio de los vientos al suroeste y sur, se espera que soplen con mayor intensidad y traigan consigo lluvias.
Por su parte, el experto en cabañuelas Manuel Briz prevé una semana de vientos ábregos, con días más tranquilos, algunas nubes y temperaturas algo menos frías, aunque con heladas nocturnas persistentes. No obstante, advierte que el tiempo podría empeorar a partir del viernes, con mayor inestabilidad.
Este miércoles, el sol saldrá a las 8:27 y se pondrá a las 18:46, mientras que el próximo domingo amanecerá a las 8:22 y anochecerá a las 18:51. Además, la luna estará en cuarto creciente.
El refranero advierte de las extrañas tormentas invernales: «Si truena por la Candelaria y la Encarnación, 40 días más de invierno son». Aunque los pronósticos actuales no anuncian tormentas, por lo que si la sabiduría popular se cumple, este invierno terminaría antes de lo previsto.
Con temperaturas extremas, cielos cubiertos y la posibilidad de lluvias al final de la semana, el invierno sigue mostrándose en todo su rigor.
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