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Quien la ve trabajar, habla maravillas. Destaca que en condiciones de humedad, esta máquina, con ruedas oruga, trabaja sin problemas en aquellos lugares en los que incluso a los tractores ya les cuesta entrar. Y hablan de su rapidez al cosechar porque parcelas donde antes se tardaban en recoger las patatas 3/4 días, con esta máquina ahora el tiempo se reduce a una única jornada. Pero lo que más se valora de esta máquina que se ve cosechar estos días en la recta final de la campaña de patatas en Salamanca, es que sólo requiere a una persona, el maquinista, para el trabajo. Luego la selección de la patata se realiza en un proceso posterior, lo normal es que sea también con otra máquina. Esto para muchos es ahora mismo la garantía de futuro del sector de la patata en provincias que, como la salmantina, tienen problemas para encontrar mano de obra que trabaje en la recogida. Además facilita al agricultor la tarea porque apenas tiene trabajo en el momento más laborioso de la campaña, que es el arranque, ni preocupación para encontrar cuadrillas. Además, la rapidez de cosecha le permite tener la tierra disponible pronto para prepararla para futuras siembras.
Lo que no está esta máquina es al alcance de cualquier bolsillo porque su precio suele superar los 600.000 euros y necesita, además, el complemento de la seleccionadora para aprovecharla. Es una Grimme y, según su propietario, es la primera de este modelo que llega a España.
A la campaña le quedan un par de semanas en Salamanca, y el precio medio de la patata en esta provincia, según el observatorio de precios de Castilla y León es de 27 céntimos el kilo (semana del 21 al 27 de octubre. En Castilla y León, de 27,23.
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