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Pablo Tabernero decidió tener un rebaño de ovejas, como apuesta por el medio rural y puesto que vivía en Hinojosa de Duero. Vio así la mejor oportunidad de aprovechar pastos en el parque natural Arribes del Duero, como alimentación natural. Cuando otros ganaderos apostaron por ganado vacuno en la zona, que da menos trabajo y empieza a ser la opción, él tenía claro que lo suyo era el ovino y no se lo pensó. También para él es importante poder contribuir con su rebaño «a prevenir fuegos y también a la conservación de la biosfera».
Después de ver tipos de razas, decidió que la idónea para lo que él buscaba -que tenía claro que era prolificidad y rentabilidad- era la inra 401. Realizó el curso de joven agricultor y en este momento tiene 350 madres y 10 sementales de esta raza. No se dedica a la ganadería a tiempo completo, pero para él es una parte muy importante de su día a día.
Después de este periodo como ganadero, el resultado con el rebaño no ha podido ser mejor, según relata. Amigo de la estadística y de anotar de forma meticulosa el día a día de su explotación, Pablo asegura que en este tiempo, el 85 % de sus ovejas han tenido partos dobles; un 10 %, triples; y sólo un 5 % de las ovejas han tenido un único cordero. En su explotación también ha vivido lo que son partos de 4 y de 5 corderos. «Cuando paren 4 ó 5 ayudamos a las madres mediante una máquina nodriza, que proporciona leche cuando el cordero la demanda», explica.
Lo que hace es que coincida el verano, cuando los pastos son más pobres y menos abundantes, para realizar las parideras, y dándole ahí un suplemento a los animales.
Cuenta que decidió apostar por este tipo de negocio pese al trabajo que supone porque la ganadería no era un mundo desconocido para él, puesto que toda su familia está relacionada de una forma u otra con el mundo ganadero.
Las ovejas pastan en Hinojosa de Duero en parcelas cerradas o con pastor eléctrico. Además, amigo de las nuevas tecnologías, tiene ejemplares con collares GPS. «Me parece que es un modo efectivo de controlar a mis animales y saber dónde están en todo momento».
Ahora mismo Pablo vende el 70 % de las hembras y el 20 % de los machos de las parideras a otras explotaciones ganaderas que también buscan la inra 401 por sus características. El resto de corderos los comercializa para lechazos y aprovecha ahora los buenos precios. «Es una raza que para cebo sobresale porque tiene canales superiores en un tiempo récord», señala este ganadero. En la zona, es conocido su rebaño por el número de corderos que paren las ovejas, algo que no es nada habitual.
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