
Secciones
Destacamos
Christian Gortázar es catedrático del área de Sanidad Animal de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y responsable del grupo de investigación de Sanidad y Biotecnología (SaBio). Es una de las voces más respetadas de España en relación a la tuberculosis bovina y otras enfermedades como lengua azul o enfermedad hemorrágica epizoótica.
Las prevalencias de tuberculosis bovina muestran un descenso en Salamanca del 4,13 al 3,23: ¿cree que hay motivos para el optimismo?
—Sin duda, es muy buena noticia, es el resultado del esfuerzo de muchos: los ganaderos en primer lugar, por hacer bien las cosas y por cumplir con los programas, pero también, y no menos, de los veterinarios, tanto en los servicios oficiales como a pie de campo. Eso sí, habrá que mantener el esfuerzo para mantener esa tendencia, y estar preparados para algunos dientes de sierra.
En Salamanca baja en Vitigudino, pero está en 7,74, y en Lumbrales sube a 6,84. ¿Le preocupan esos datos?
—Cuanto más local sea el dato, menos fiable. Es mejor fijarse en las variaciones provinciales y regionales.
Los ganaderos a través de la Plataforma Pecuaria Bovina piden revisar el programa nacional porque ven inviable la erradicación de la tuberculosis. ¿Qué opina?
—Tienen una parte de razón. Sabemos que, en sistemas complejos con participación de varios hospedadores domésticos y silvestres, la erradicación se complica. De hecho, las regiones que se van declarando oficialmente libres no tienen un problema multi-hospedador tan acusado. En el futuro, convendrá pensar en la posibilidad de diferenciar algunas comarcas (la España de la dehesa) por su complejidad epidemiológica. Y en esas comarcas habrá que buscar intervenciones innovadoras.
En relación a otras enfermedades, ¿qué se puede esperar a partir de ahora en un año de tanta humedad? ¿Habrá abundancia de mosquitos?
—Mosquitos, ceratopogónidos como el género Culicoides, y también garrapatas. Y todos en abundancia. Así que sí, yo esperaría un aumento de los casos de enfermedades transmitidas por vectores en comparación con años secos. Pero las lluvias también tienen consecuencias muy positivas en relación con la tuberculosis. Primero, porque tanto el ganado como la fauna tienen comida abundante. Eso mejora su condición física y, por tanto, reduce su susceptibilidad a infecciones. Además, al haber más agua se evitan en cierta medida las interacciones entre fauna y ganado que suelen tener lugar en charcas y bebederos.
En relación a la lengua azul, ¿recomienda vacunar?
—Desde luego que sí, sin duda. Y, como ya hay tantos serotipos circulando, las recomendaciones varían por comarca y dependen del historial reciente del rebaño. Lo mejor es consultar al veterinario o la OCA (oficina comarcal).
En cuanto a la EHE, ¿cree que la inmunización del ganado de Salamanca pudo haber terminado?
—Durante unos años, la EHE pasará casi desapercibida en comarcas donde haya circulado con intensidad en los últimos dos años. Esto, como sabemos, es porque tanto ciervos como bovinos habrán desarrollado anticuerpos. Sin embargo, rebaños que hayan estado poco expuestos, y animales muy jóvenes, estarán en riesgo. Si se observan casos en terneros o añojos puede ser interesante vacunar esas edades. Habrá que estar vigilantes porque habrá rebrotes conforme, con el paso de los años, los rebaños pierdan su inmunidad.
¿A qué otras enfermedades debe prestar especial atención este año el ganadero?
—Las mencionadas, seguro. Además, ojo este año con dos zoonosis, irrelevantes para el ganado pero muy importantes para las personas: Fiebre del Nilo, transmitida por el mosquito común Culex pipiens, y fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, transmitida por algunas garrapatas. Pensando en el ganado hay tres enfermedades que nos preocupan mucho en Europa: La peste porcina africana en el caso del porcino, la peste de los pequeños rumiantes en ovino y caprino, y la fiebre aftosa, que puede afectar a todas las especies mencionadas y al bovino.
De entre todos los aspectos, ¿qué recomienda especialmente a los ganaderos en bioseguridad?
—La bioseguridad es un todo que abarca desde la gestión del agua y de alimento a las instalaciones, los movimientos de animales o la gestión de la caza en terrenos ganaderos. Este año, con la emergencia en Europa de varias enfermedades muy contagiosas, me fijaría especialmente en los movimientos: cuantos menos animales compremos, menos riesgo. Pero insisto, la bioseguridad es un todo y tiene poco sentido incidir sólo en un aspecto.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.