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Pongámonos en lo peor. Los de Bruselas han anunciado que su objetivo es la simplificación, incluida la correspondiente a la PAC. Conclusión: que lo van a complicar todo todavía más. Vayamos por partes. Lo primero, la palabra que más se escuchó en Bruselas la semana pasada fue simplificación. La pronunció la propia presidenta Úrsula von der Leyen cuando anunció su programa de trabajo para esta legislatura. Y la repitió en varias ocasiones el comisario de Agricultura, aplicada en este caso a la Política Agraria Común (PAC). Se lo dijo primero a los ministros, durante la reunión del Consejo Agrícola. Estuvo muy bien el de Portugal que contestó algo así como que se echaba a temblar, porque, en el pasado, cada vez que en Bruselas se anunciaba a bombo y platillo que iban a simplificar las normas, sucedía justo lo contrario, ya que se complicaban todavía más. El último ejemplo es lo que sucedió durante la última reforma de la PAC, que estamos sufriendo actualmente. El comisario trasladó un mensaje idéntico a los eurodiputados de la Comisión de Agricultura.
La verdad es que no albergo esperanza alguna de que las reglas del juego y la burocracia se vayan a simplificar en el futuro, especialmente en el caso concreto de la PAC. No ha sucedido en el pasado y tampoco creo que llegue a producirse en la próxima reforma de la PAC. Me baso en los antecedentes y en un hecho muy concreto: von Der Leyen y el comisario Hansen no dejan de ser unos burócratas de máximo nivel, que están en lo más arriba de la pirámide de todos los burócratas que pululan por Bruselas, en ese monstruo de la complicación, en el que se han convertido las Instituciones de la UE. Si se simplifica la burocracia y las reglas del juego eso significaría que sobrarían funcionarios y burócratas. ¿Alguien se cree que ellos mismos se van a poner a tirar piedras contra su propio tejado?
Por eso no soy optimista de cara al futuro y no veo que se vaya a reducir de verdad la carga burocrática, a todas luces excesiva, que soporta el sector agrario de la UE. Siendo realista, me daría con un canto en los dientes si las cosas se quedasen como están ahora mismo y no las complicasen todavía más cuando se pongan a preparar la nueva PAC. Por cierto, que dentro de dos semanas y un día conoceremos las primeras ideas de por dónde van a ir los tiros, cuando el comisario Hansen presente sus Visión de la Agricultura y la Ganadería. Será el 19, salvo que se modifique el calendario. Pero todo lo que diga en ese momento valdrá de muy poco hasta que no se conozca la cantidad de dinero que habrá para financiar la PAC. Ahí está la verdadera clave.
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