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«Cálido, aunque con bastantes tormentas». Las cabañuelas tienen claro cómo será el verano que acaba de empezar. Al menos así lo interpreta Manuel Briz, el único experto salmantino en este tradicional método de predicción meteorológica. «En general será un verano cálido, con bastante tormentas y también con canícula, al predominar los vientos ábregos, que son los que traen el polvo africano», explica.
Manuel repasa las predicciones que hizo en agosto del pasado año, cuando apuntó el tiempo que hizo cada mañana entre los días 2 y 13 y entre el 14 y 25, en las llamadas «cabañuelas retorneras». «El día 2 se corresponde con enero, el 3 con febrero, el 4 con marzo... y así hasta el día 13, que sería diciembre. Luego, comenzarían las cabañuelas retorneras, con el día 14 correspondiéndose con diciembre y así hasta el final de nuevo», explica.
Según lo anotado aquellos días, julio comenzará «con vientos ábregos, es decir con calor, porque se trata de vientos secos que acabarán dando a mediados de mes algunas tormentas». Aunque el tiempo mejorará a finales de mes, el inicio de agosto será «más desapacible». «Arrancará con un ambiente desapacible de nubes altas de cirros y alguna tormenta». La segunda quincena, continúa explicando, será más tranquila. «Hará bastante calor, y también habrá algo de canícula, porque los vientos del sur traerán polvo sahariano».
Gracias a lo que le enseñó su padre de niño, y a todo lo que aprendió con los años, Manuel es capaz de asociar los fenómenos meteorológicos que observa desde las colinas de Aldearrubia durante los primeros días de agosto. Con aquellas anotaciones, y las «correcciones» que hizo posteriormente durante la luna llena de octubre, «que siete lunas cubre», se hace una idea de cómo vendrá el siguiente año.
Manuel cree también que septiembre será tormentoso, especialmente a partir del día ocho. «Los vientos serán de poniente y harán que el cielo se vaya cubriendo con tormentas, aunque las temperaturas serán altas», apunta el salmantino, «del día quince en adelante, el tiempo será ya más tranquilo».
Manuel Briz sigue siendo una de las pocas personas en toda España capaz de descifrar este ancestral método de predicción meteorológica. Pero ¿qué es lo que observa cada mañana de agosto? «Lo primero que hago es ver la salida del sol». Manuel comprueba si está «limpio» o si tiene alguna «nubecilla», lo que se conoce como «cejo» o «moraña», que son las neblinas que se forman alrededor del sol. Si, en cambio, ese día no hay nubes eso significaría que el mes correspondiente será seco.
También observa la dirección del viento y la humedad que hace en el ambiente y que mide a través de un higrómetro. Si hay mucha humedad ese día de agosto, Manuel lo interpreta como que el mes correspondiente será lluvioso.
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