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Si los resultados de las pruebas sanitarias lo permiten, un buey de raza morucha que pesa aproximadamente 2.000 kilos, va camino de ser una de las grandes atracciones de esta feria 'Salamaq de 2024'. El ejemplar procede de una explotación ganadera salmantina dedicada a la producción de bueyes, una moda cada vez más extendida que se ha convertido en su salida comercial. La máxima de sus propietarios es apostar por la raza en pureza, de ahí que sólo tengan bueyes moruchos. Se dedican desde hace algo más de una década a la obtención de cebones -que son machos castrados con una edad inferior a 48 meses- y de bueyes -machos castrados con una edad superior a los 48 meses-. Hasta ahora no había ido a ninguna de las anteriores ediciones un buey de raza morucha por el manejo que supone un animal de estas dimensiones y también por la pérdida de peso que puede tener por los días de feria, lo que supone un coste económico añadido para el ganadero.
La raza morucha será protagonista también por la presencia en el certamen de ejemplares de la ganadería que la Diputación de Salamanca tiene en la finca Castro Enríquez, en Aldehuela de la Bóveda. Podrán verse toros y vacas sin rastra de esta ganadería en un número aún sin definir porque dependerá de la disponibilidad de corrales de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Vacuno de Raza Morucha.
Esta ganadería regresa a la feria después de olvidar la tuberculosis, que durante 23 años afectó a la explotación. Ahora la novedad es la exhibición de ejemplares moruchos dóciles, línea en la que trabaja la Diputación para que el manejo no sea necesariamente con caballos.
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