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Colza en La Armuña.
Se apaga el amarillo de la colza: última fase de un cultivo espectacular

Se apaga el amarillo de la colza: última fase de un cultivo espectacular

La superficie sembrada aumentó ligeramente en España

La Gaceta

Salamanca

Jueves, 8 de mayo 2025, 12:50

La colza apaga poco a poco su color, y el amarillo, tan intenso en abril, empieza a ser una anécdota. En Salamanca, la superficie sembrada alcanza esta campaña las 5.100 hectáreas, según el último avance del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondiente al mes de febrero. En la campaña pasada se sembraron 4.251 hectáreas, y en la de comercialización 2023/2024 fueron 3.817. En el conjunto de España también se recupera la superficie, con un aumento respecto a la campaña anterior: se han sembrado 98.434 hectáreas, frente a las 95.810 de 2024, aunque aún por debajo de las 104.714 de 2023.

La floración suele durar entre dos y tres semanas, y actualmente, en la provincia de Salamanca, la colza se encuentra en fase de llenado de grano, con el desarrollo de las vainas. Su maduración tiene lugar en torno a principios de junio. En Castilla y León se siembra a finales de septiembre, entra en fase de desarrollo vegetativo (roseta) entre octubre y diciembre, y luego pasa por una parada invernal, que suele prolongarse hasta febrero. A partir de entonces, la planta reanuda el crecimiento, se alarga, y es en marzo cuando aparecen los primeros botones florales, que florecen a mediados de marzo o principios de abril.

En Castilla y León se han sembrado esta campaña 51.943 hectáreas, con las provincias de Zamora y Valladolid como las de mayor superficie de colza (10.742 y 10.113 hectáreas, respectivamente).

La cosecha tiene lugar en verano, aproximadamente una semana antes que la del cereal y con la misma maquinaria, lo que supone una de las ventajas de la colza. También son posibles siembras primaverales, desde finales de enero hasta mediados de febrero.

Los agricultores encuentran otras razones para sembrar colza: aprovecha nutrientes que no utiliza el cereal, combate las malas hierbas, favorece las rotaciones, es rústica, resiste bien el invierno, se siembra en seco en septiembre y se alimenta con las precipitaciones invernales. El precio es otro de los alicientes: ha sido más alto en 2024 que en 2023, lo que también ha contribuido al aumento de superficie. Son los últimos días para admirar su amarillo, ya más difícil de ver y de menor intensidad.

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