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Imagen de las calaveras. Diputación de Valladolid
El pueblo de Castilla y León cuya iglesia guarda hasta 3.000 calaveras

El pueblo de Castilla y León cuya iglesia guarda hasta 3.000 calaveras

Se encuentra en la provincia de Valladolid y está abierto al público

Daniel del Castillo

Viernes, 30 de agosto 2024, 13:26

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Desde luego, una oportunidad para no pasar calor este verano es la de sumergirse en la historia de España, y que mejor manera de hacerlo que a través de los restos arqueológicos que podemos encontrar en Castilla y León.

El Osario de Wamba tiene sus raíces en el siglo XII, aunque los restos que alberga datan principalmente de los siglos XIII al XV. Se encuentra en la iglesia de Santa María, un edificio que originalmente fue un monasterio fundado en el siglo VII y que, a lo largo de los siglos, ha pasado por diversas transformaciones y restauraciones.

En la pequeña localidad de Wamba, situada en la provincia de Valladolid, se encuentra uno de los lugares más impresionantes y enigmáticos de España: el Osario. Este lugar, alojado en la iglesia de Santa María, es uno de los pocos ejemplos que quedan en España de esta peculiar forma de almacenamiento de restos humanos, ofreciendo una visión única sobre las prácticas funerarias y la percepción de la muerte en épocas pasadas.

Durante la Edad Media, la práctica de reunir los huesos de los difuntos en osarios era común en muchas partes de Europa. Los osarios servían tanto para liberar espacio en los cementerios como para recordar a los vivos la inevitabilidad de la muerte, siguiendo la filosofía del «memento mori». En el caso de Wamba, el osario fue utilizado principalmente para almacenar los restos de monjes y feligreses del monasterio.

El osario se encuentra en una sala anexa a la iglesia. Al entrar, los visitantes se encuentran con una vista impresionante: las paredes están cubiertas con cráneos y huesos dispuestos de manera ordenada. Se estima que el osario contiene los restos de entre 1.000 y 3.000 personas. Los huesos están colocados en filas, creando un mosaico macabro que fascina y sobrecoge a la vez. Significado Cultural y Religioso.

El osario de Wamba es un recordatorio visual de la fragilidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte, un tema recurrente en el arte y la religión medieval. La inscripción en latín «Hodie mihi, cras tibi» (Hoy por mí, mañana por ti) que se encuentra en el osario refuerza este mensaje, subrayando la temporalidad de la vida terrenal.

El Osario de Wamba ha sido objeto de esfuerzos de conservación para asegurar que las estructuras y los restos se mantengan en buen estado. La humedad y las condiciones ambientales pueden afectar la conservación de los huesos, por lo que se han implementado medidas para controlar estos factores.

El osario atrae a numerosos visitantes cada año, tanto por su valor histórico como por su singularidad. Además de turistas, también es un lugar de interés para investigadores y estudiantes de historia, arqueología y antropología. La visita al osario es una oportunidad para aprender sobre las prácticas funerarias medievales y reflexionar sobre la historia y la mortalidad humana.

Las visitas guiadas al osario y a la iglesia de Santa María permiten a los visitantes conocer en profundidad la historia del lugar y su importancia cultural. Los guías suelen explicar el contexto histórico, las prácticas funerarias y el significado del osario, proporcionando una experiencia educativa y enriquecedora.

Wamba es un pequeño municipio con una rica historia que se remonta a la época visigoda. Su nombre proviene del rey visigodo Wamba, quien según la tradición fue proclamado rey en este lugar en el siglo VII. La localidad conserva un ambiente tranquilo y pintoresco, con calles estrechas y edificios históricos.

La iglesia de Santa María es un ejemplo notable de la arquitectura románica, con influencias mozárabes. Su construcción inicial data del siglo X, y conserva elementos arquitectónicos de gran valor, como su ábside semicircular y una portada con arcos de herradura. La iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931.

El Osario de Wamba es mucho más que una colección de huesos; es un testimonio silencioso de la historia y la cultura de una época. Invita a reflexionar sobre la vida y la muerte, y a valorar las prácticas y creencias de nuestros antepasados. En un mundo donde a menudo se evita pensar en la muerte, el osario recuerda la importancia de la memoria y el respeto por los que precedieron.

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