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Derechazo de López Chaves a Pocapena, el primer toro de Escolar lidiado ayer en Las Ventas. PLAZA 1
La valiente despedida de López Chaves de Madrid

La valiente despedida de López Chaves de Madrid

Un toro estrella y una corrida de Escolar recuperan el espíritu de Las Ventas. El ledesmino, que se despedía de San Isidro, recibió el cariño del aficionado madrileño al que le ofreció toda su entrega y valor en una tarde de mérito

AGENCIAS

Madrid

Lunes, 15 de mayo 2023, 07:55

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Un toro de sobresaliente y entregada bravura, de nombre «Cartelero» y premiado con la vuelta al ruedo, y el conjunto de la seria y dispar corrida de José Escolar devolvieron ayer a la plaza de Las Ventas el espíritu de autenticidad y rigor ausente en festejos anteriores de la feria.

La casta de los «escolares», que más bien habría que calificar mejor de raza, fue especialmente patente en ese «Cartelero» que salió en tercer lugar y que aspira directamente a ocupar el podio ganadero de una feria que no ha hecho más que empezar pero en la que ya se llevan lidiados unos cuantos toros de nota.

No fue este cárdeno de Escolar un toro especialmente aparatoso, sino más bien fino y de corta alzada, con apenas 509 kilos de peso, pero más serio y considerable fue su trapío interior, pues no paró de embestir con una rigurosa y absoluta entrega, sin dejar de hacer surcos en la arena con el hocico, hasta exigir de su oponente una entrega similar o mayor para sacarle todo el inmenso partido.

Y Gómez del Pilar, torero curtido en muchas batallas, esta vez se quedó a medias, sin volver la cara pero sin llegar a apurar hasta su mismo remate y con el necesario mando, tal y como pedía el toro, unas profundas e incansables embestidas, que le costaron incluso una voltereta sin consecuencias cuando se relajó con ellas.

Aun así, el trasteo tuvo emoción, la que puso casi siempre «Cartelero» para darle importancia al insuficiente esfuerzo del toledano que, eso sí, al matarlo a la primera se llevó una oreja pedida con menos fuerza que la merecida vuelta al ruedo en el arrastre para el animal.

Tal vez como compensación, a Gómez del Pilar le correspondió en sexto turno, para restarle opciones, el cárdeno más bajo de raza y el único endeble de un encierro en el que hubo algún otro ejemplar con posibilidades de triunfo, aunque no las ofreciera gratuitamente.

De hecho, a Fernando Robleño le costó mucho lucir con un segundo de poca codicia, con medias arrancadas sin emplearse, pero al que acabó sacando muletazos de mérito en un paciente trasteo en el que tuvo también que luchar con el viento, mientras desde el tendido se respetaba su labor entre sabios silencios y ovaciones.

En cambio, el veterano madrileño tardó, también molestado por el aire, en cogerle el sitio a un quinto que quiso emplearse pero al que, sin llegar a pisarle el sitio, Robleño no dejó hacerlo hasta el tramo final del trasteo, cuando, ya con la espada de matar en la mano, le ligó una buena tanda de naturales.

El salmantino López Chaves se despedía del público de Las Ventas, que le hizo por ello salir a saludar tras el paseíllo y le trató con cariño lo mismo en su valiente empeño ante su primero, frenado, reservón y que llegó a voltearle con aparato, que con el parado cuarto, con el que se mostró más precavido y breve.

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