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El Premio de Tauromaquia 2024 vuelve a tener su protagonismo por una noticia feliz. Un renacimiento seis meses después de la defunción de la que alardeó el ministro de Cultura empeñado en terminar con todo lo relacionado con e toreo. El galardón, instaurado en 2011 por el Gobierno socialista de Zapatero, pasa ahora a manos del Senado y lo entregará en colaboración con la Fundación del Toro de Lidia, después del acuerdo que han suscrito la Cámara Alta y la entidad taurina. Un acuerdo que surge tras la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia que anunció el ministro de Cultura Ernest Urtasun el pasado 3 de mayo y que causó indignación en el mundo del toro después de sufrir un nuevo ataque discriminatorio respecto a otras artes, obviando que el toreo está incluido en las competencias del Ministerio de Cultura, y motivando que la propia Fundación Toro de Lidia y varias comunidades autónomas anunciaran la creación de sus propios premios taurinos en los diferentes puntos de la geografía taurina para ocupar el lugar que dejó huérfano el ministro Urtasun.
El Senado aprobó el pasado mes de mayo una moción solicitando al Gobierno que reactivara el Premio Nacional de Tauromaquia y restableciera la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes para el sector taurino, que también se retiró en 2023. Esta propuesta fue impulsada por el Partido Popular y aprobada con su mayoría en el Senado, aunque contó con la abstención de los socialistas.
Sus Majestades los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia, entregaron a Julián López 'El Juli' y a la Casa de Misericordia de Pamplona (MECA), representada por uno de sus hombres clave, José María Marco, los dos últimos Premios Nacionales de Tauromaquia (2023 y 2022, respectivamente) el pasado 10 de octubre en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, en un acto que el propio Urtasun volvió a teñir de polémica, al no aplaudir la entrega del premio cuando lo recogió el diestro madrileño que sí, le tendió una mano de saludo que el ministro quiso evitar.
El Premio Nacional de Tauromaquia se implantó en 2011 por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque el primero que se concedió fue con Mariano Rajoy, con el objetivo de «reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia a que se refiere el artículo 1 de la Ley 18/2013, de 12 de noviembre, para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural, propiciando con ello la difusión de los valores culturales de esta». El primero en ser distinguido con este galardón fue Paco Ojeda (2013) y, de ahí en adelante, le siguieron Francisco Cano Lorenza «Canito» (2014), Escuela de Tauromaquia de Madrid «Marcial Lalanda» (2015), Victorino Martín Andrés (2016), Enrique Ponce (2017), Juan José Padilla (2018), Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas (2019), Fundación del Toro de Lidia (2020), Morante de la Puebla (2021), Casa de Misericordia de Pamplona (2022) y Julián López 'El Juli' (2023).
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