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Manuel Diosleguarde, de espaldas en la imagen en el patio de cuadrillas de la plazas de toros de Guijuelo. ALMEIDA
Manuel Diosleguarde reaparece este domingo en Guijuelo colgando el ‘no hay billetes’

Manuel Diosleguarde reaparece este domingo en Guijuelo colgando el ‘no hay billetes’

El joven diestro volverá a vestirse de luces el domingo en Guijuelo, 238 días después de la terrorífica cornada que sufrió en Cuéllar y en la que a punto estuvo de perder la vida tras uno de los percances más graves de los últimos años

Javier Lorenzo

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Jueves, 20 de abril 2023

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De los 68 paseíllos que lleva en su carrera como profesional Manuel Diosleguarde los cuatro últimos fueron ya como matador de toros. Los afrontó en apenas un mes el pasado verano, después de tomar la alternativa en la feria de Santander, donde salió a hombros. No solo triunfó esa tarde feliz de Cuatro Caminos (23 de julio), sino que también lo hizo en las tres siguientes, con menor responsabilidad del escenario (tres plazas de tercera: Guijuelo 16 de agosto; Peñaranda, 27 de agosto; y Cuéllar) pero donde dejó las mismas buenas sensaciones de un torero renovado, con mayores argumentos, con grandes alicientes y al que la presencia del toro le había aportado un plus de intensidad y distinción a su tauromaquia. Un paso adelante. A un torero en plena efervescencia se le cruzó en su carrera Caminante, un toro con el hierro de Cebada Gago, que le propinó una brutal cornada entrando a matar aquella tarde de verano y éxito, de miedos y penumbras en Cuéllar. Era el domingo, 28 de agosto (se cumplían aquel día 75 años de la cornada de Manolete en Linares). Allí arrancó el gran drama del pasado curso. El percance más grave de 2022 y uno de los más terroríficos de los últimos años. No solo frenó en seco la incipiente carrera de Diosleguarde sino que el astifino pitón de aquel toro carbonero dejó pendiendo de un hilo la propia vida del joven torero salmantino.

De aquella tarde sangrienta en Cuéllar se cumplen hoy 235 días. El domingo es la fecha en la que está anunciada la reaparición de Diosleguarde en la corrida de toros de Guijuelo. 238 días después se obrará el milagro, el primero de los muchos que ha vivido en los últimos ocho meses. El primero lo protagonizó la cirujana Marta López, que fue quien sacó vivo a Diosleguarde de la enfermería de la propia de plaza de toros de la localidad segoviana. Luego, la incertidumbre de los hospitales, en Valladolid primero (donde fue trasladado de urgencia —ya estabilizado— la misma noche del percance desde Cuéllar) y en Salamanca después. Pasaron 36 días en total hasta que Diosleguarde volvió a salir a la calle por su propio pie. Aquel era otro milagro. Llegarían más, el de la recuperación, el de volver a verse anunciado en los carteles y, por supuesto, el de torear de nuevo. Apenas un mes después de salir del hospital toreó en Espino Rapado, la finca de Capea, una becerrita que le había encerrado el maestro sin que lo esperara. Una mentira piadosa para quitarle los miedos del reencuentro con los animales y los trastos, de quien había pasado por ese trance en su reaparición de 1991. A primeros de marzo lo hizo de nuevo en un tentadero en El Puerto de San Lorenzo y ahí ya intensificó una preparación a conciencia que no había descuidado desde el mismo día en el que salió del hospital. El reto era mayúsculo. Prepararse para volver a torear. “Vivir sin torear no es vivir”, dijo José Tomás tras el cornalón de Aguascalientes en el que también flirteó con la muerte. Diosleguarde piensa igual. Este domingo llega a la meta de su calvario para empezar de nuevo a vivir. Y a soñar... Vuelve a vestirse de luces, en Guijuelo, la plaza en la que se presentó como matador en la provincia. La resurrección llega de milagro en milagro, porque Diosleguarde viene de la penumbra más absoluta. Y lo hace convencido de seguir persiguiendo su sueño.

Expectación desbordada: Guijuelo colgará el “No hay billetes” nueve años después

La venta de entradas va “como un tiro”, según las palabras del empresario José Ignacio Cascón, que reconocía que ayer en taquilla apenas quedaba ya poco más de medio centenar de entradas disponibles. Comenzaron a venderse el pasado 11 de abril y, en apenas en una semana, ya se han vendido más de mil trescientas de las 2.450 que afora la plaza de toros de Guijuelo, que en su historia más que centenaria se ha convertido en uno de los principales escenarios taurinos de Salamanca. Además, los encargos respondieron a la expectación que ha despertado un cartel de tremendos alicientes e interés. En taquilla quedará un mínimo de entradas en taquilla para el día del festejo.

La presencia estelar de Morante de la Puebla y Emilio de Justo se complementa además con la esperada reaparición de Manuel Diosleguarde tras el percance de Cuéllar el pasado verano. Para el evento se ha reseñado una corrida de toros de Capea, encaste Murube, que ha soltado en el coso chacinero grandes encierros en las últimas temporadas. El año pasado lidió una gran corrida de toros el día de la reaparición y despedida del propio maestro en la jornada en la que celebró su medio siglo de alternativa; y dos meses después Morante de la Puebla le cortó un rabo a un toro de esta divisa, a la que El Capea le cortó tres orejas. En 2021 Cayetano cayó lesionado antes de indultar al toro Flor, en un festejo que se saldó además con la puerta grande de El Capea y Pablo Aguado.

Así, con total seguridad el domingo se colgará el “No hay billetes” en las taquillas del coso, cartel que se pus por última vez en este escenario el 17 de agosto de 2014 con El Cordobés, Paco Ureña y Juan del Álamo.

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