Mucho más que un trofeo

Entre los muchos méritos de la faena de Aarón Palacio fue remontar una tarde que había entrado en la deriva y que parecía abocada al fracaso cuando saltó el quinto, con la anochecida ya vencida sobre el cielo de Las Ventas. Había dejado ya gratas sensaciones por todo lo que escondió su trasteo al segundo, que lejos de regalarle nada fue una sucesión de aristas que el torero maño limó con una seguridad aplastante. Luego, lo del quinto, resultó de una categoría mayor, asentado todo en una triple 'V': del valor, de la verdad en el cite y en la interpretación y de la variedad que, en realidad, son las bases de su toreo. Después de taparle mil defectos al incómodo astado de su presentación en Las Ventas, la faena a Burlón sirvió para ofrecer la imagen de un torero con maravillosos argumentos que se han llevado el aval de Madrid. Que no es poco porque allí apareció, a ojos del mundo entero, un torero cargado de alicientes. Logró una oreja, pero ganó mucho más. Se ha convertido Aarón Palacio en un torero repleto de argumentos. La forma generosa y torera del cite frontal ofreciendo el pecho, la manera de asentar la interpretación sobre las puntas de los pies; la firmeza, el convencimiento y la ausencia de dudas, la manera de girar para ligar los muletazos. E incluso el detalle carísimo la torería en aquel inicio de faena con las dos rodillas en tierra para barrer el lomo de su oponente en unos majestuosos ayudados por alto. Ahí empezó todo... está todo por hacer, pero el paso por Madrid de Aaron Palacio resultó una auténtica delicia.

LAS VENTAS, Madrid. Martes, 13 de mayo de 2025. 4ª de abono de San Isidro. Más de tres cuartos de entrada (19.776 espectadores). Novillos de Alcurrucén, el 1º lidiado como sobrero; y otro de Montealto, también como sobrero, lidiado en tercer lugar, de escaso juego, salvo el 5º. Sergio Sánchez, silencio tras aviso y silencio; Aarón Palacio, palmas y oreja; y Javier Zulueta, silencio y silencio.