Domingo Pérez Hernandez, joven ganadero: “Sin locos como yo esto se terminaría perdiendo”
“No se si moriré en el intento pero me hace ilusión intentarlo...”, afirma Domingo Pérez Hernández, que se confiesa un enamorado del toro de Santa Coloma, Gracialiano y Vega Villar

Un ganadero joven que no solo cree sino que también apuesta de manera generosa por la variedad de encastes. Su pasión no se sustenta solo en las palabras sino que la reafirman los hechos de su nueva compra. “Siempre he sido un enamorado del toro de procedencia Santa Coloma, Graciliano y Vega Villar”, confiesa el joven ganadero Domingo Pérez Hernández tras hacerse con nuevos productos para su ganadería, que formará con reses de estos encastes y que comenzará a lidiarlos con el nombre del propio hierro: Vega de Algodor. “Mantener el hierro y dotarlo con estos nuevos productos es también un homenaje a mi familia, a mi abuelo, a mis tíos...”, confiesa Domingo Pérez Hernández quien afirma que esta nueva aventura que emprende la lleva a cabo con el reto de “investigar y conocer de cerca” un encaste que le apasiona: “De lo de Graciliano queda muy poco y me daría mucha pena que se perdiera”. Uno de los principales referentes de esta sangre es Juan Luis Fraile, pero al estar sin carta verde aún no le ha podido comprar nada, afirma el titular de Vega de Algodor.
El joven ganadero desvela el origen de esta nueva vacada de la que estará al frente: “Todo parte después de estar al cargo de la ganadería de mi madre... pienso que es totalmente compatible”. Y ahí no oculta su locura y así define esta nueva misión en un momento en el que otros cierran la puerta y abandonan él no solo crece , sino que redobla los esfuerzos para emprender un camino que no va a ser precisamente el más fácil. “Sin locos como yo esto se puede llegar a perder”, afirma con desparpajo y contundencia, como ha llegado a suceder, dice, con hierros y ganaderías míticas y de la importancia de Antonio Pérez o Atanasio Fernández, grandes referentes del Campo Charro en décadas pasadas.
Emprende este nuevo camino al frente del hierro de Vega de Algodor con una partida de unas ochenta vacas que ha adquirido de las citadas ganaderías. Y el reto no es solo mantenerlo sino seguir creciendo: “Me gustaría llegar a las 120-130 vacas madres para darle forma a la ganadería y se que no va a ser fácil. Que el reto va a ser largo y difícil”. “Me da mucha pena que se pierdan los encastes” confiesa al recordar otras que estuvieron en la élite y “por desgracia se han ido perdiendo. Es una pena”. Ahí lanza sus retos, sus intenciones y sus deseos: “Intentaré poner todo de mi parte para darle continuidad”. Y finaliza con una frase reveladora: “No se si moriré en el intento, pero al menos me hace una gran ilusión intentarlo”.