Cómo escoger una sala de póquer online fiable

Pero elegir la mejor sala no es tan sencillo, hay que tener en cuenta diferentes criterios. Según se trate de jugadores senior o principiantes, el nivel de los jugadores, el tráfico de las mesas, el número de torneos, los tipos de partidas, el software usado en las salas, etc., todos estos factores influyen en la elección. Por eso es mejor dejar que un portal especializado haga el trabajo y escoger lo que estos expertos recomienden.

No obstante, para saber si una sala de póquer es segura, lo primero que hay que comprobar es si está regulada por el organismo competente. En España, por ejemplo, se trata de la Dirección General del Juego, en cada país existe una asociación, comisión o Ministerio que avala su fiabilidad. Si una sala online no tiene el certificado que acredite su legalidad es mejor no jugar a través de ella.

Las salas de póquer online deben actuar como intermediarios, es decir proporcionan el servicio a los jugadores a cambio de una comisión de cada bote, nunca intervienen en las jugadas. En este sentido es imposible que puedan amañar o trucar el sistema para obtener ganancias. Por otro lado, sus sistemas de juego están homologados por la DGOJ (Dirección de Ordenación General de Juego).

De este modo, para detectar la seguridad de una sala, hay que comprobar que esta ofrezca unas reglas de juego claras y transparentes. La garantía de seguridad en los depósitos, pagos y cobros también debe quedar clara. De la misma forma, la identificación de los participantes es fundamental para impedir el acceso a menores.

Otro factor importante para detectar si es fiable, es que las salas legales solo pueden ofrecer juegos que hayan sido regulados. Además, estás empresas están sometidas a auditorias financieras regulares y la gran mayoría pertenecen a holdings empresariales que cotizan en los mercados bursátiles, por lo que son fácilmente localizables.

La respuesta es sí, se puede jugar al póquer de manera gratuita, hay multitud de sitios online donde aprender a jugar con dinero virtual. De esta forma, o bien se dan los primeros pasos para conocer el juego antes de lanzarse a jugar con dinero real, o bien, se mantiene siempre así para quienes no quieran involucrar al dinero en este entretenimiento.

Por otra parte, quienes deseen probar suerte jugando con dinero real, pueden hacerlo con una pequeña cantidad para empezar. Hay promociones que permiten comenzar a jugar con poca inversión. A partir de ahí, hay quienes deciden participar en torneos de diferente nivel, pero para ello se ha de estar muy seguro de poseer los conocimientos necesarios. Lo contrario sería una temeridad.

Dentro de esta modalidad, hay dos versiones: torneos y cash games. En la primera, los jugadores deben pagar una inscripción para poder participar, y con ella reciben un número de fichas que son puntos. Gana quien consigue acaparar todas las fichas en juego. En el segundo formato, se compran las fichas que se deseen y se sigue jugando o se abandona el juego en cualquier momento. Las partidas se desarrollan de forma continuada y suelen tener un máximo de diez jugadores.

No obstante, también es posible comenzar a participar en un torneo con premio monetario de forma gratuita. Hay salas de póquer online que incentivan a sus usuarios ofreciendo una inscripción gratuita para un torneo con un pequeño premio en efectivo. Esto da la opción de iniciarse en este tipo de competiciones a muchos jugadores con experiencia, pero no la suficiente como para poner dinero en juego.

Lo mejor antes de dar ese paso es, además de aprender a jugar, conocer todo el material disponible sobre estrategias de juego, así como practicar y practicar. De todas formas, no hay que olvidar que este juego de mesa tiene una parte de estrategia de juego y otra de azar. Hasta los mejores jugadores tienen rachas en las que no ganan ninguna mano, y de la misma forma, los noveles pueden tener la suerte a su favor y conseguir ganar de forma inesperada.

Seguramente el papel que juega el azar o la suerte en el póquer es lo que atrae a tantos jugadores. Es el mismo mecanismo por el que se compran boletos de lotería o se participa en cualquier otro juego de azar.