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La acusada al inicio de la vista en el Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca. LG

Visto para sentencia en Salamanca el juicio más surrealista: vestidos rotos y un insulto con pintalabios en la maleta

La acusada niega los destrozos y asegura que su compañera de piso estaba «borracha y probablemente drogada». La denunciante dice que la echaron en sujetador y tanga de casa y que, cuando volvió, encontró su ropa cortada y manchada con lejía

M. C.

SALAMANCA

Martes, 27 de mayo 2025, 13:18

El Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca ha dejado visto para sentencia el procedimiento seguido por la supuesta venganza en un piso compartido de Salamanca. Un juicio que ha resultado, si cabe, aún más surrealista que los propios hechos que lo originaron. Por momentos, la vista ha recordado al programa de Jorge Javier Vázquez 'Hay una cosa que te quiero decir': reproches, triángulos amorosos, insultos escritos con pintalabios y declaraciones imposibles de cuadrar. Todo por una convivencia dinamitada tras una supuesta infidelidad.

El juicio se ha celebrado este martes. Durante su declaración, S.F. ha negado haber destrozado los vestidos, zapatos, bolsos, ropa interior, ... ni haberse apoderado de otras como perfumes, dinero o una cámara de fotos de su entonces compañera de piso, tal y como ella mantiene. Ha asegurado que durante los días en los que ocurrieron los hechos en cuestión —entre el 27 y el 31 de diciembre de 2021— se encontraba fuera de casa, celebrando un cumpleaños, y que tiene pruebas de ello. Eso sí, ha reconocido haber mandado un mensaje al entonces novio de la denunciante con insultos y en el que le decía: «Con la ropa he hecho lo que me salió de los c******».

También ha admitido que recogió parte de las cosas de la víctima porque «estaban por el suelo» y no quería problemas. «Ella estaba borracha y probablemente drogada», ha dicho sobre su excompañera, a quien acusó de estar semidesnuda el día de Navidad, de montar una bronca por la casa y de tirar prendas de vestir y otras pertenencias por el suelo. Incluso aseguró que tuvieron que cambiar el suelo por los destrozos causados por el pis del perro que su compañera tenía en su habitación.

Cuando le tocó el turno a la denunciante, L., esta negó tajantemente haber tenido nunca un perro y calificó de «muy doloroso» todo lo vivido. Reconoció que ese 25 de diciembre había bebido, como todos, pero denunció que su compañera la había sacado de casa «semidesnuda» y luego se había puesto a tirar sus cosas por la ventana. Cuando volvió al piso con la Policía al día siguiente para recoger sus cosas, asegura que encontró vestidos cortados, ropa interior manchada con lejía y una maleta con un mensaje insultante escrito con su pintalabios: «P***, z****».

«Entre las cosas que perdí estaba mi pasaporte, y me he tirado dos años sin él. Eso ha sido lo más duro», dijo L., visiblemente afectada porque además se da la circunstancia de que es extranjera. «Yo jamás rompería mis cosas ni echaría basura a mi habitación», remató.

El caso ha quedado visto para sentencia en un ambiente tan disparatado como lo que se juzgaba. Una historia de celos, infidelidades y presunta venganza doméstica que ha terminado en los tribunales tras dejar una estampa casi teatral: ropa rota, insultos escritos con pintalabios y dos versiones tan opuestas que han convertido la sala en una tragicomedia judicial.

La Fiscalía mantiene su petición

La Fiscalía mantiene su petición de 10 meses de prisión por delitos de daños y hurto, una multa de 1.440 euros y una indemnización cercana a los 3.000 euros por el valor de lo dañado y sustraído. La defensa solicita la libre absolución.

La defensa alega posible nulidad por ‘litispendencia’

En las cuestiones previas, el abogado de la defensa ha planteado la existencia de la denominada ‘litispendencia’, al haberse tramitado inicialmente el caso en el Juzgado de Instrucción número Tres, que sobreseyó una denuncia previa por malos tratos, y luego en el número Cuatro, que decidió continuar y el juicio ha seguido adelante. El letrado ha aportado el auto de sobreseimiento y ha planteado que esta situación podría suponer una nulidad de actuaciones.

Acusaciones cruzadas

El juicio se desarrolló entre acusaciones cruzadas, reproches, versiones contradictorias y episodios que rozaron lo absurdo, como insultos escritos con pintalabios o disputas por perros aparentamente inexistentes. Una convivencia rota por los celos, que ha terminado en el banquillo.

012: Teléfono de Información a la Mujer Castilla y León

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