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Un agente de la Guardia Civil de Tráfico durante un control en la provincia de Salamanca. ARCHIVO
Le piden 14 años de prisión por dos fugas de película, la última borracho

Le piden 14 años de prisión por dos fugas de película, la última borracho

El salmantino se enfrenta a tres delitos de atentado y dos de conducción temeraria por huir a gran velocidad z Llegó a chocar contra el coche patrulla e intentó arrollar a un guardia

Domingo, 3 de julio 2022, 22:23

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Cuando fue detenido en febrero de 2021 por protagonizar una fuga de película por el barrio de San José se libró de la prisión pero un mes después, tras intentar arrollar a un agente de la Guardia Civil con su vehículo, fue directo a la cárcel. Ahora el joven de S.A.C.M. se enfrenta a una pena de más de 14 años que solicita para él la fiscal por tres delitos de atentado y dos de conducción temeraria, además de una multa y la prohibición de conducir vehículos a motor. El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca acoge este lunes el juicio.

Según se recoge en el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso este diario, el primero de los hechos por los que se sienta en el banquillo se registró el 3 de febrero del pasado año en el barrio de San José de la capital. La Policía estaba sobre las 10.40 horas sin uniformar investigando la posible venta de droga en un centro escolar cuando de repente el sospechoso arrancó su furgoneta a toda velocidad y llegó a embestir a uno de los vehículos policiales, actuación en la que resultó herido uno de los agentes en una mano.

En su huida y ante la gravedad de la situación, los policías dispararon hacia las ruedas para que frenara, aunque no lo consiguieron y se dio a la fuga. De hecho, indica el escrito de calificación provisional, llegó a gran velocidad hasta Arapiles donde se topó con un coche del Instituto Armado, obligando incluso a un guardia a apartarse para no ser arrollado. Se le perdió la pista pero unas horas después se entregó y fue arrestado, aunque quedó en libertad provisional.

Pero la historia no acabó ahí y un mes más tarde, en marzo de 2021, volvió a protagonizar una temeraria persecución. La Guardia Civil recibió entonces un aviso de que el conductor de un BMW gris estaba acosando a otro que le precedía, llegando casi a colisionar con él, en la carretera CL-510, a la altura de la glorieta de entrada a la urbanización Valdelagua.

Cuando la patrulla llegó al lugar, les informaron de que el conductor se había metido en una gasolinera de Calvarrasa de Abajo, por lo que los agentes acudieron allí y el acusado al verles retrocedió e intentó atropellar a uno de ellos.

Entonces se inició una temeraria persecución por la carretera CL-510. A pesar de que varias patrullas le seguían en todo momento con las señales acústicas y luminosas, el conductor continuó con su marcha a toda velocidad y haciendo caso omiso a las normas de circulación, teniendo incluso un conductor que dar un volantazo para evitar colisionar con él. El temerario conductor se metió entonces en la urbanización El Encinar (Terradillos), donde dejó el coche y siguió a pie tratando de ocultarse en una casa, a la que no llegó a entrar porque no se lo permitió su titular y fue arrestado por los agentes. En el momento en el que fue arrestado fue sometido al test de alcoholemia, en la que arrojó un resultado de 0,90 mg/l en la primera prueba y 0,94 mg/l en la segunda.

Por estos hechos la representante del Ministerio Fiscal solicita para el acusado, S.A.C.M., tres años y seis meses de prisión por cada uno de los tres delitos de atentado que le pide, un año y diez meses de cárcel para cada uno de los dos delitos de conducción temeraria, ocho años en total de privación de conducir vehículos a motor, y tres meses de multa a una cuota diaria de doce euros (1.080 euros) por las lesiones que sufrió uno de los policías en una mano. El juicio está previsto para las 10.00 horas.

“Me asusté”

Cuando fue arrestado en febrero, S.A.C.M. aseguró que como los agentes no iban uniformados no sabía que eran policías y que al oír las detonaciones se asustó. Alegó que es panadero y que estaba en San José porque iba a entregar la mercancía en kioscos de la zona, no a vender droga como sospechó inicialmente la Policía. La segunda detención repitió que había salido corriendo porque se asustó y a preguntas del juez de cómo era posible que no se hubiera dado cuenta que la Guardia Civil le perseguía manifestó: “Ellos iban detrás y yo miro para adelante cuando conduzco”.

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